Si estás aquí es porque te interesa saber algo más sobre los volcanes. Sin llegar a un nivel científico o que requiera de destrezas en geología o vulcanología, vamos a ver algunos aspectos, elementos y curiosidades con las que nos topamos en la Palma a diario, que tienen que ver con esta maravilla de la naturaleza y que provienen de los fenómenos vulcanológicos. Cosas de volcanes.
Volcán en escudo
Se denomina volcán en escudo a los volcanes de gran tamaño, que surgen mediante la superposición de lavas más líquidas. Son volcanes que adoptan la típica forma de montaña aplanada y con pendientes muy suaves pero de un gran tamaño en extensión. Se caracterizan por tener un diámetro de cráter que supera la altura del edificio volcánico que producen.
Se relacionan con las erupciones de tipo hawaiano, que emiten lavas más líquidas y efusivas. Ríos de fuego que llegan pronto al mar, generando edificios volcánicos de pendientes mucho más suaves.
Tienen que ver con el carácter monogenético de un volcán. Significa que en cada erupción la tierra suele abrirse por un punto distinto o una zona completamente alejada a donde fue la erupción anterior.
Las islas de Hawaii están construidas por este tipo de volcanes en escudo. Pero la isla de la Palma, en sus orígenes también fue un volcán en escudo.
Estratovolcán
Algunos científicos los identifican por tener una altura mayor a la del diámetro de su cráter. Son los típicos volcanes, con un edificio cónico y un cráter en su cumbre. De forma más o menos regular y que responden a la imagen que a todos nos viene a la cabeza cuando pensamos en un volcán.
Este tipo de volcanes se relacionan con erupciones más explosivas, de lavas más viscosas y lentas. Las escorias (o material volcánico) se van superponiendo erupción tras erupción y es por ello que pueden generar edificios volcánicos de gran altitud.
También guardan parentesco con lo que llamamos volcanes poligenéticos o compuestos. Donde suelen existir varias erupciones por el mismo aparato eruptivo. En la Palma, el pico Bejenado es un estratovolcán y en Canarias, el Teide también es un gran estratovolcán que permanece activo.
Volcanes Compuestos
Cumbre Vieja es el ejemplo perfecto de un sistema de volcanes compuestos. Una dorsal que parte de una falla en el océano Atlántico y que se crea mediante diferentes erupciones, sucesivas, por diferentes puntos a través de fisuras que se llenan de bocas eruptivas.
Por ello en la Palma no deberíamos hablar de volcanes individualizados que podamos categorizar «en escudo» o » estratovolcán». Más bien podríamos decir que toda Cumbre Vieja es un mismo volcán, sistema de volcanes o volcán compuesto en el que, cada erupción se va produciendo a través de nuevas fisuras que, a su vez, suelen tener varias bocas eruptivas.
Caldera
Imagina un gran edificio volcánico formado por su erupción o sucesivas erupciones, como ocurre en la formación de la parte norte de la Palma. Piensa que la cámara magmática que existe bajo el volcán se rompe o que se derrumba el interior del edificio volcánico.
¿Qué nos queda?
Un contorno volcánico perfecto, fabricado por las capas de lava y el material piroclástico (escorias volcánicas), con una gran oquedad en su centro, recordándonos a un caldero.
En la Palma podrás recorrer la corona de este enorme cráter volcánico y también podrás descubrir el interior de este tipo de volcán. El mayor emergido del mundo y cuyo nombre precisamente es la Caldera de Taburiente.
Como ves, la Palma es un gran objeto de estudio. Tenemos el ejemplo de la Caldera; estratovolcanes como el Bejenado y volcanes monogenéticos en escudo, como lo fue en su origen la isla de la Palma, en donde las erupciones registradas cumplen a la perfección con dos procesos: el de carácter estromboliano (lavas más viscosas, gran emisión de explosiones y piroclastos) y episodios de carácter hawaiano (con emisión de lavas más líquidas y rápidas, en capítulos más silenciosos y de menor emisión de piroclastos).
Distinción entre magma y lava
Quizás te pudieran parecer lo mismo pero técnicamente no es así. Ambos términos hacen referencia al mismo material: las entrañas de la tierra, compuestas de metales, minerales y material volcánico incandescente que proviene del interior de la tierra. Pero…
1. Magma
Lo llamamos magma cuando se encuentra dentro del sistema volcánico. El magma proviene de su cámara magmática, asciende por sus tubos y chimeneas, y también permanece en el cráter.
2. Lava
Lo denominamos lava cuando ya ha salido a la superficie y comienza a correr, ladera abajo.
Coladas
Llamamos coladas, lenguas lávicas o brazos de lava a la gran cantidad de material magmático emitido por un volcán a la superficie del terreno colindante. Los ríos de lava, al enfriarse con el paso del tiempo dejan este paisaje tan característico de «piedra quemada», con ese característico color negro y que en la Palma podrás distinguir claramente. Además, en sus dos versiones:
1. Lavas tipo AA
Se trata del terreno que solemos llamar malpaís. Término empleado en Canarias y que hace alusión a «terreno malo». Se corresponde con las lavas más viscosas, que arrastran material piroclástico y se funden con el terreno existente. Lavas que al caminar más despacio, se van enfriando y quedando duras en su superficie.
Se trata de un terreno muy escarpado, abrupto, que va adoptando formas caprichosas e incluso vemos agujereado y aireado. Un terreno por el que no querremos rozar nuestra piel y que por este motivo le viene el nombre.
No creas que el «AA» es un término demasiado técnico. Se llaman así porque en Hawaii, caminando descalzos sobre este tipo de terreno ¡duelen los pies! y… ¿Qué decimos cuando algo duele? ¡Ah, Ah!
De ahí este nombre. Curioso ¿verdad?
2. Lavas pahoe-pahoe
En Canarias este tipo de lavas también son denominadas malpaís. Pero técnicamente se diferencian de las lavas tipo AA y también se las denomina con este término que procede de Hawaii. En hawaiano pahoe-pahoe significa algo así como «pasar, pasar» (es decir… por aquí sí. «Podemos caminar por encima»).
Se trata de unas lavas más líquidas, que corrían a mayor velocidad. Lavas que se enfrían y dejan un terreno más plano, con una superficie mucho más suave y que también podemos distinguir bien en la isla de la Palma. En muchos lugares podrás buscar cómo en una amplia zona de malpaís, discurren unos cordones más aplanados, suaves y que incluso tienen un aspecto más negruzco y menos agujereado. Son las lavas pahoe-pahoe.
La erupción del Tajogaite en la Palma nos deja imágenes como esta, donde se puede observar a la perfección la acción de ambos tipos de lava. Las erupciones de la Palma suelen tener episodios más estrombolianos al inicio (mucho gas, explosiones y emisión de piroclastos) pero lo alternan con capítulos más silenciosos y efusivos, donde las lavas corren mucho más líquidas hacia el final de la erupción.
Por ello podemos encontrarnos con paisajes como el que muestra la foto: son lavas tipo AA sobre las que, en momentos posteriores, corrieron las lavas pahoe pahoe.
Material piroclástico
Denominamos escoria volcánica, material volcánico o piroclastos a todos los materiales sólidos que expulsa un volcán. ¡Vamos a verlo!
Arena negra
En Canarias la mayoría de playas son de arena negra ¿verdad? En muchas ocasiones podemos pensar que está mal dicho, porque sabemos que esta arena no es otra cosa sino las cenizas emitidas por los volcanes. Y estamos en lo cierto. La realidad es que al material piroclástico de menos milímetros de espesor lo llamamos ceniza volcánica.
Pero realmente se trata de pequeñas piedrecillas de esta escoria volcánica. Escoria compuesta de metales y minerales, es decir, pequeños trozos de roca. Arena.
Picón
También es un término usado en todas las Canarias para referirnos a las piedrecillas volcánicas de un tamaño mayor. El nombre técnico sería lapilli. Son escorias volcánicas diminutas pero de mayor tamaño que las cenizas.
¿Sabes por qué se las llama picón?
La respuesta es sencilla: porque cuando sopla el viento llegan a golpear nuestra piel y… ¡la verdad es que pica! Pero en plena erupción de un volcán llegan a elevarse y pueden desplazarse varios kilómetros con el viento. El lapilli puede llegar todavía ardiendo, agujereando nuestra ropa y «picando» todavía más que en frío.
Piedras
Estamos ante el mismo material que venimos comentando. Escoria volcánica, pequeñas piedras de mayor tamaño al lapilli. Técnicamente se las denomina bloques. Son piedras de un tamaño considerable, que se encuentran en las cercanías del volcán ya que el viento no puede desplazarlas tanto como al picón.
No obstante, durante un proceso eruptivo las explosiones pueden enviarlas realmente lejos. Teniendo ante nosotros una lluvia de granizo de piedras candentes. Muy peligroso y uno de los motivos principales por los que se establecen perímetros amplios de seguridad.
Pedruscos
Técnicamente se denominan bombas volcánicas. Más escoria que emite un volcán en sus fases más explosivas. Típicas de las erupciones estrombolianas donde la fuerza de las explosiones, a causa de las grandes cantidades de gas, arrancan este material volcánico y lo hace saltar por los aires.
En la Palma encontrarás enormes pedruscos en las cercanías de los volcanes. Pueden ser del tamaño de una pelota de tenis o… del tamaño de un coche. Enormes piedras candentes e incluso trozos del edificio volcánico que las enormes explosiones le pueden arrancar de su interior.
Son tremendamente peligrosas porque al llevar tanto material magmático, tardan en enfriarse y además pueden pesar toneladas. Afortunadamente suelen quedarse en las cercanías del cono, volar ladera abajo o incluso flotar en alguna lengua lávica.
👉 En este video se pueden observar las bombas volcánicas de la erupción del Tajogaite.
Fisuras
La práctica totalidad de erupciones registradas en la Palma son de carácter fisural. Como podrás imaginar una fisura es una abertura en la superficie del terreno. A través de estas fisuras surgen las bocas eruptivas u oquedades por donde fluye la lava, se emiten los piroclastos y emanan los gases de la erupción.
Casi todas las erupciones conocidas en la Palma abren varias bocas eruptivas a través de una fisura en el suelo y generalmente el material volcánico se va agrupando en el entorno cercano a dicha fisura. Este apilamiento de material volcánico y piroclastos va construyendo el edificio volcánico, al que nos referimos como «volcán». Pero en realidad no existe un único cráter en el centro del cono sino que son varios focos eruptivos distribuidos a través de una fisura, los que podremos observar en el centro de lo que, para muchas personas, sería el cráter.
Realizar la ruta de los volcanes de la Palma es recorrer una enorme falla, brotada del Atlántico y llena de fisuras y bocas eruptivas de las diferentes erupciones más jóvenes de la isla.
Conos
El cono volcánico se forma por la emisión de material volcánico, la lava, los piroclastos y el propio abultamiento del terreno circundante a la erupción. Se trata del edificio volcánico, que en Canarias conocemos como «montañas».
Montaña Rajada, Montaña Quemada, Montaña de Tenisca, Montaña de Todoque, Montaña de la Laguna, Montaña la Breña, entre otras, son claros ejemplos de ello.
Cráteres
El cráter de un volcán es sencillamente, la boca del cono por donde éste emite sus lavas y el material piroclástico. Como hemos mencionado, en la Palma las erupciones suelen ser fisurales y presentan varias bocas eruptivas. Por lo que más que de un cráter único, hablamos de una fisura con varias bocas eruptivas.
No obstante, hablamos de que la Caldera de Taburiente es el mayor cráter emergido del mundo. En el volcán San Antonio podemos observar un gran cráter en el centro del edificio volcánico y en varias «montañas» de la isla observaremos un claro cráter central, en lo que fueron volcanes antiquísimos y que incluso están rellenados de material de otras erupciones y plagados de vegetación. Otra curiosidad, es que la laguna de Barlovento se construyó aprovechando un enorme cráter volcánico.
En la Palma también puedes observar la curiosa forma de herradura de algunos de sus volcanes. Son realmente «montañas rajadas» y se debe precisamente a este tipo de erupciones que tienen lugar en la isla. Al basarse en diversas bocas eruptivas, a través de una fisura, son erupciones donde el edificio volcánico se desliza hasta en varias ocasiones. El cono se rompe o se quiebra por alguno de sus puntos, quedando finalmente esta típica forma de herradura o de «medio volcán».
Caños y cuevas
Imagina una erupción en curso. Las lavas van cayendo ladera abajo y podemos verlas cual ríos de fuego. Se va derritiendo todo a su paso y por ello, además de avanzar a lo largo del terreno también ganan algo de profundidad. En alguna parte del proceso eruptivo, mientras otras lavas corren por otro lugar, alguno de los caminos de lava anteriores se van enfriando en su superficie, formando esa densa corteza de malpaís.
Pero bajo esa corteza, la lava sigue a 900, 1000 o 1100 grados de temperatura. Fuego líquido. Es decir, se forma un túnel, caño o tubo volcánico por donde las lavas que vienen pueden seguir bajando a lo largo y ancho del terreno, bajo esta capa superficial ya enfriada y endurecida de puro basalto. En ocasiones y en algunas zonas, normalmente tras la erupción, en estos sistemas de tubos o canales lávicos quedará aire, dejando esa oquedad que suponen tanto las cuevas como los tubos o caños.
En la Palma, la erupción del volcán de San Juan dejó (como todas las demás) algunos tubos lávicos. Pero existen unos en concreto que podemos visitar, descubrir y en los que palpar desde dentro esta curiosidad y maravilla de la naturaleza. Son los Caños de Fuego, los Tubos Volcánicos de Todoque o como los denominan muchos vecinos de la zona que jugaban de pequeños adentrándose en esta oquedad, la Cueva de las Palomas.
Jameos
Imaginemos que nos encontramos dentro de un tubo lávico, una prolongada oquedad por donde fluía la lava durante una erupción. Sabemos que el techo que cubre este caño de dura roca basáltica podrá tener un espesor diferente, en función de cómo se enfrió esa corteza lávica.
En alguna zona donde el grosor sea menos espeso, más frágil o que tenga más peso o haya sufrido más, con el paso del tiempo esta «corteza» que se corresponde con el tejado del tubo podría desprenderse. Tenemos un caño abierto a la superficie. Una auténtica ventana al exterior, por donde entra la luz y donde con el paso del tiempo… la vida podrá poblar su interior. Estamos ante lo que llamamos un jameo.
Lahares
Los lahares son un fenómeno natural que se asocia a la combinación de dos elementos: por un lado la propia erupción volcánica y por otro, cualquier proceso que tenga que ver con la acumulación de agua.
Una presa que se revienta, un cauce que se desborda, un glaciar que se derrite a gran velocidad a causa del calor de la erupción o unas lluvias intensas en pleno proceso eruptivo. El caso es que una gran cantidad de agua, que baja a toda velocidad por las fuertes pendientes de algunos volcanes, arrastrando escoria volcánica y enormes piedras que arrasan con todo a su paso, a mayor velocidad que la propia lava.
Es un fenómeno muy temido en cualquier erupción volcánica. Se suele presentar en zonas donde los volcanes son de gran altitud o en otras latitudes donde incluso están junto a glaciares o picos helados. No obstante, en la isla de la Palma podrás observar algunas zonas donde se han formado «barrancos de ceniza», causa de la última erupción del Tajogaite y la acción de la lluvia. No son lahares técnicamente, tampoco causan el peligro mencionado pero… podríamos considerarlos pequeños lahares.
Fajanas
Un término empleado en todas las Canarias para referirnos a aquel terreno nuevo que añade una erupción a un territorio y que la caída de las lavas roban al océano.
Técnicamente debemos llamarlo delta lávico. Lógico si pensamos que no es sino un delta, formado por la lava. La Palma está llena de deltas lávicos, como el resto del archipiélago. Podríamos incluso decir que toda la costa de las islas, en el fondo, son o fueron fajanas del pasado.
La costa de la Palma está formada en su práctica totalidad por estas fajanas. Sobre todo en su mitad sur, la costa está formada por las sucesivas lavas que ha ido emitiendo el sistema de Cumbre Vieja a lo largo del tiempo.
Algunas poblaciones como el Remo, la Bombilla y el propio Puerto Naos, se establecieron sobre los deltas lávicos de las erupciones del pasado.
La isla de la Palma es un sistema vulcanológicamente activo
Si te encuentras en la Palma, seguro que te habrán llamado la atención sus suelos. Es una isla joven y para el planeta Tierra tan sólo es un bebé en proceso de formación. Si la observas desde el mapa podrás apreciar la curiosa forma de corazón, con cierta forma picuda cual punta de flecha, al desplazarnos hacia el sur.
Mitad inactiva. El norte de la Palma.
La mitad norte de la isla tiene una forma circular, que puede recordarnos a su hermana, la Gomera. Esta parte de la Palma se encuentra sobre su escudo primigenio y como podrás ver, se trata de un enorme cráter volcánico que resulta ser el mayor cráter emergido de todo el planeta Tierra. La Caldera de Taburiente.
Esta parte de la isla está totalmente inactiva. Significa que a pesar de no dejar de ser una isla volcánica, su parte norte está totalmente dormida. Gigante en altura, llena de profundos barrancos, mucho más antigua y azotada por la erosión y el paso del tiempo. Vulcanológicamente inactiva. Comprueba que se encuentra plagada de vegetación milenaria, aprecia sus bosques de coníferas, sus selvas de laurisilva, madroños, aceviños, helechos, líquenes y musgos. Suelos mucho más erosionados, sustratos ideales para el cultivo, tierras más sueltas, rojizas y barros.
Comprueba al caminar sus suelos, observa a tu alrededor la vegetación, la calidad de las tierras de cultivo y admira esta naturaleza al circular con el coche por sus serpenteantes carreteras. Estamos en la parte inactiva de la Palma.
👉 Aquí te explicamos cuál fue el origen de la Palma ✅
¿Significa que jamás habrá una erupción?
No podemos afirmarlo. En teoría deberíamos decir que no, pero ningún científico puede asegurar esto de manera alguna. Los avances en vulcanología son los que son, la evidencia científica llega hasta donde llega y los años que llevamos los seres humanos en este planeta, son totalmente insignificantes para la Tierra. Solo la Tierra tendrá una respuesta segura ante este cuestión.
Pero lo más lógico es contemplar que las erupciones que queden por venir, se darán en la parte activa de la isla. ¡Vamos a verla!
Mitad activa. El sur de la Palma.
La mitad sur de la isla es la punta de flecha que antes mencionábamos. Se corresponde con la dorsal de Cumbre Vieja. Dorsal que continúa en el océano Atlántico, bajo las cristalinas aguas de Fuencaliente. La formación más joven de la isla. Una sucesión de volcanes cuyas lavas y superposición de materiales a lo largo de los años, han ido conformando la isla.
Observa su entorno, pisa sus suelos y siente esos colores que dominan el ambiente: el ocre, los tonos rojizos y la arena negra, el polvo o el picón. No son otra cosa que cenizas y escorias volcánicas de sus erupciones. Malpaís, piedras de puro basalto, bombas volcánicas que salpican el paisaje, picón, granzón y arena (lavas enfriadas, escorias, lapilli y cenizas).
La punta sur de la Palma y las laderas de Cumbre Vieja están repletas de malpaís y terrenos puramente volcánicos, mucho más jóvenes que en el norte de la isla. Piedras volcánicas y coladas de lava por las que hasta difícil resulta caminar y por donde solemos tener cuidado para no pelarnos las rodillas.
Todas las erupciones registradas en la Palma se han dado y se dan en esta zona. La parte vulcanológicamente activa de la Palma. Las cumbres, la dorsal o el aparato volcánico de Cumbre Vieja.
¿Habrá más erupciones?
Por supuesto que sí. Todas las erupciones registradas en la isla se han dado aquí, de hecho es la parte más activa y con mayor número de erupciones en los últimos tiempos, en todo el archipiélago y por todo el mundo es conocida la reciente erupción del Tajogaite en septiembre del 2021.
De los datos podríamos extraer que en un periodo medio de entre 30 y 50 años podría darse la siguiente erupción. Pero podría ser en 200 años o podría darse dentro de 10 ¿Quién sabe? nadie puede «mojarse» en afirmar una cosa u otra.
¿Miedo?
No debemos tener miedo alguno a las erupciones volcánicas en la Palma. Como habitantes de la isla estamos «hechos» a que esto pueda ocurrir en la Palma. Debemos tener en cuenta que hoy, existen personas mayores en la isla que ya han vivido tres erupciones volcánicas y han visto la lava correr por las laderas de Cumbre Vieja.
Como visitante de la isla, debes saber que este sistema volcánico del sur de la Palma es uno de los lugares más vigilados y estudiados a nivel científico. En la actualidad, los sistemas de detección, prevención y control están cada vez más avanzados y precisamente tras la erupción del Tajogaite, sabemos que todavía estamos más controlados para predecir los tiempos y el lugar de una posible erupción.
La Palma, al igual que ocurre en otras zonas del planeta como Indonesia, islas como Hawaii o países como Islandia, es un destino ideal y totalmente seguro.