La historia del siglo XIX en la Palma

Durante el siglo XVIII la isla de la Palma vivió largos periodos de crisis. Crisis que se unían con la decadencia del imperio español y también con un contexto europeo marcado por la guerra, las crisis comerciales, la Revolución Inglesa y sobre todo por los resquicios, todavía anclados, del Antiguo Régimen.

El sistema económico y la administración de la isla se estaba basando en el caciquismo y el creciente control de los señores y terratenientes sobre las familias más humildes de la isla, que se dedicaban al sector primario de forma única y exclusiva. Por otro lado, la importancia y el reconocimiento del puerto de Santa Cruz de la Palma quedaba ya a la sombra del de la vecina isla de Tenerife.

Europa ya estaba marcada por la ilustración y a las puertas del periodo histórico que conocemos como Industrialización. En cambio en la isla de la Palma se luchaba contra la crisis del vino, se lidiaba contra la reducción del comercio de la seda, a penas quedaban cañaverales y se intentaba salir a flote con una economía agraria de subsistencia y las nuevas luces del cultivo de la cochinilla 👈.

Las primeras elecciones municipales democráticas en España.

A pesar de la decadencia económica y crisis social en la isla, existe un hecho histórico que pone el sello de la Palma a finales del siglo XVIII. ¡Mira!

La Palma se organizaba, al igual que el resto de España, por el sistema oligárquico de los regidores perpetuos. Pero el rey Carlos III permitía que aquellas poblaciones de más de dos mil vecinos pudieran contar con dos cargos encargados del control administrativo del Ayuntamiento y el bienestar vecinal. Eran el Diputado del Común y el Síndico Personero.

A priori se trataba de una buena forma de limitar el caciquismo y la supremacía existente entre las cúpulas de señores y socios terratenientes. La realidad, como podemos imaginar, era bien distinta y las tramas corruptas entre las clases más favorecidas estaban al día.

Es donde cobra protagonismo la persona de Dionisio O`Daly, cuyo nombre ocupa hoy una importante calle de la capital palmera. Dionisio era un comerciante irlandés afincado en la isla de la Palma. Conocido y querido por los vecinos de la capital. Pero además de comerciante era el Síndico Personero correspondiente a la ciudad de Santa Cruz de la Palma.

El fin del sistema de los regidores perpetuos

O´Daly fue el encargado de presentar cargos contra los regidores perpetuos, acusándoles de malversación de los fondos públicos y otras corruptelas.

Todo ello resultó en la abolición del sistema de los regidores perpetuos y desde entonces se dispuso mediante el Consejo de la Corte, que los regidores deberían ser elegidos por sufragio cada dos años.

Primer Ayuntamiento elegido por sufragio universal en España.

Fue un hecho muy importante en el pasado de Santa Cruz de la Palma, que da paso en numerosas notas y escritos históricos a considerar que las elecciones municipales de Santa Cruz fueron las primeras democráticas en España.

Se habla en algunos foros históricos de la «Propia Ilustración Palmera».

La Crisis Migratoria en la Palma

Como ya se anticipó en la historia de la post-conquista, comenzaba una dura época para la isla de la Palma en la que los barcos, en lugar de transportar el lucrativo comercio de los años pasados, comenzarían a cargar remesas de emigrantes que ponían rumbo a la Habana y a otros lugares como Venezuela.

Hasta la llegada del boom platanero en las islas Canarias, tanto la Palma como el resto de islas y otras zonas de España, fueron emisoras de la mano de obra que nutrían las florecientes economías del Caribe. Fueron muchos los barcos que además de transportar las mercancías todavía existentes en las rutas del Atlántico, llevaban consigo a multitud de palmeros. La gente de la isla tenía que marchar a encontrar sustento económico y en este caso, Cuba fue uno de los principales receptores.

Además, desde las administraciones canarias se fomentaba este fenómeno migratorio. Era la salida más rápida y resolutiva de los problemas económicos en la isla de la Palma (al igual que ocurrió en el resto de islas). La pequeña y dañada economía de este siglo no podía absorber, de ninguna manera, toda la mano de obra de la isla.

Esto se mantuvo así hasta la llegada de los primeros turistas y los inicios del nuevo motor que tiraría de la economía de la isla. Motor que nuevamente se basaba en el sector primario; hablamos de la proliferación y rápida extensión del cultivo platanero de la Palma.

Finales del siglo XIX en la Palma

Se prepara la entrada al siglo XX en la isla y con ello comienzan a volver algunos de los emigrantes que marcharon en aquellos barcos en busca de una mejor vida. Muchos palmeros y palmeras se quedaron en las Indias pero otros tantos volvieron a su querida isla.

Lo cierto es que hubo muchas personas que habían hecho bastante dinero trabajando en Cuba y Venezuela, otros incluso formaron negocio y adquirieron tierras y propiedades. Algunos volvían alardeando de su mejor posición económica frente a las humildes familias que se quedaron subsistiendo en la Palma. Dando origen a las primeras celebraciones de la fiesta más conocida y querida en la Palma: la Festividad de los Indianos.

Llamamos indianos precisamente a estas personas que, tras emigrar a los países del Caribe, volvían enriquecidos y podían hacerse buenas casas, comprar las acciones de agua, adquirir más tierras y mejores vestimentas.

La fiesta de Los Indianos se basa en esta «burla» que los palmeros y palmeras de la isla hacían a los «nuevos señoritos» recién llegados de Cuba.

Pero esta historia no solo dejó la mayor fiesta de la isla

Con la llegada de los primeros emigrantes llegó dinero, una nueva forma de ver la economía, otro modus operandi en el inicio de negocios locales, agendas de contactos externos y el «saber hacer» en otros cultivos, manufacturas y trabajos artesanales.

Por ejemplo, trajeron de vuelta las semillas del mejor tabaco de la Habana. Algo que sin lugar a dudas tuvo todo que ver en el desarrollo de los puros palmeros. Un tabaco que para muchos expertos sigue siendo el mejor del mundo y que ha dejado en la Palma una cultura del puro. Del mismo modo se retomaron algunas actividades como la artesanía con la seda o el regreso de los mejores maestros del ron.

Todo ello coincidía con el boom platanero en la isla. Aunque en la Palma se seguían cultivando extensas producciones de viñedo, el plátano ya estaba muy presente en la isla durante todo el siglo XIX. Sobre todo desde mediados de siglo, el cultivo platanero se fue extendiendo por algunas terrazas y barrancos de los Llanos de Aridane (Argual) y otras extensiones correspondientes al municipio de San Andrés y Sauces.

Aquellas zonas que en el pasado estuvieron repletas de cañaveral, comenzaron a verse sembradas de plataneras. Lo que en el futuro iba a ser el auténtico y todavía vigente motor de la economía palmera.

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Con el regreso de los primeros indianos, preparándose el boom platanero en la isla y a las puertas del siglo XX se inicia en la Palma un nuevo rumbo cuya tendencia nos acerca a los tiempos actuales. Pero dejamos esto para una nueva entrada. ¡Vamos a verlo!

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