El silencio de la Palma

Estar en la Palma es olvidarse por completo del tráfico, los grandes edificios y rascacielos de la ciudad, los ruidos, los grandes centros comerciales, las prisas y el estrés. En la Palma te sentirás como parte de su entorno, te fusionarás con sus paisajes y vivirás la calma, sentirás su tranquilidad y descubrirás los verdaderos sonidos, aromas y texturas de la naturaleza. El mayor secreto de la Palma: su silencio.

Una isla pequeña, con poca población, de carácter rural, con bastante dispersión de sus habitantes y sin turismo de grandes masas. El lugar ideal para disfrutar del silencio. Playas sin aglomeraciones, rincones preciosos donde estar a solas, senderos increíbles donde no te topas con nadie, tranquilidad a raudales.

Poco tráfico, calles tranquilas y sin aglomeraciones. Un lugar perfecto para pasear tranquilos, sin empujones ni embotellamientos. Hasta en el centro de la capital, Santa Cruz de la Palma y en las calles de mayor población, en Los Llanos de Aridane, podremos disfrutar del silencio en la noche; cuando en numerosas ocasiones, incluso alejados de la costa, sólo escucharemos el mar y el viento.

Otro secreto de la Palma es el silencio visual. Podrás observar que la iluminación pública de la isla es anaranjada y tenue. Las farolas y todo el alumbrado siempre enfocan hacia abajo. Por ello el 90% de la isla está casi más iluminada por la luna y las estrellas que por la mano del hombre.

Por ello la isla de la Palma es la primera Reserva Star Light del mundo. Una isla espectacular que es Reserva de la Biosfera en su totalidad y que también goza de la insignia como la primera Reserva Star Light de todo el mundo. Por ello la Palma es un destino preferente entre los aficionados a la fotografía del cielo, los profesionales de la astrofísica y por supuesto para todas las personas aficionadas a la observación de estrellas y fotógrafos amateurs.

Las noches en la Palma son muy diferentes. Oscuridad y silencio, la combinación perfecta para seguir sintiendo la naturaleza en la noche. Apreciar la gran cantidad de estrellas que conocerás en la Palma, observar la vía láctea y por supuesto relajarse, descansar y dormir placenteramente, como un bebé.

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