Si te encuentras planeando tu viaje a la Palma estás en el lugar adecuado. Aquí trabajamos duro para que puedas conocer qué visitar en la Palma y que puedas organizar tu viaje para no perderte lo mejor de esta maravilla de las islas Canarias.
Debes saber que esta impresionante isla ofrece multitud de lugares, paisajes y actividades que realizar, conocer y explorar. Una maravilla de isla, adentrada en el Atlántico canario que da para una estancia mucho más larga.
Pero te ofrecemos un plan perfecto para que tus cuatro días en la Palma sean algo difícil de olvidar. Que puedas conocer la esencia de la isla, sus paisajes de ensueño, sus microclimas y los secretos más preciados que esta isla ofrece.
Visitar la Palma en cuatro días nos permitirá conocer la isla y también nos dará tiempo de saborearla y disfrutar de su calma, su cultura y su gente. Podemos dedicarnos a ello de una forma más pausada, alargando los tiempos y deteniéndonos más en cada instante. Percibiendo los secretos que la Palma ofrece y sintiendo realmente la isla.
Por otro lado, quizás nos pueda más la aventura, la acción y deseemos exprimir al máximo nuestra estancia, conocer todo lo posible y dedicar, quizás, otros días para el descanso. Por ello vamos a presentar dos guías diferentes. Tú… ¿Cómo quieres visitar la Palma?
Qué hacer en la Palma en cuatro días: Plan relajado
Día 1
Nuestra llegada a la isla de la Palma, sea por mar o aire, nos situará en unos minutos en su tranquila, silenciosa, apacible y preciosa capital Santa Cruz de la Palma. Estamos prácticamente obligados a aprovechar para recorrer sus calles, sus pintorescos rincones llenos de historia y apreciar el ambiente indiano que respira en la capital.
Sus callejones estrechos, que dificultaban la entrada de los piratas, las casas y los balcones de su Avenida Marítima, la Plaza de España, su Iglesia y el Museo Naval, que es una réplica exacta de una embarcación muy especial en la historia y cultura palmera, que ya conocerás.
Recorrer sus calles, placitas, escaleras, su mercado siempre es un placer para la vista y los demás sentidos. Poder realizar unas compras en su mercado y en las calles principales que se enfrentan al Atlántico. Tomar un café acompañado de alguna dulce delicia palmera y dedicarnos a conocer la historia indiana y sentir el sabor del Caribe.
Todo ello nos llevará una mañana de disfrute, que será la toma de contacto perfecta con la isla de la Palma. Comer en cualquiera de sus restaurantes y bares, otro placer para los sentidos en nuestro primer día en la isla.
Durante la tarde podemos acercarnos a disfrutar de uno de los rincones más representativos y fotografiados de la Palma: la Casacada de los Tilos. Podemos acercanos fácilmente con el coche o en un taxi, donde sólo debemos caminar durante diez minutos para llegar a esta maravilla de lugar plagado de vegetación, humedad, silencio y olores a la naturaleza más salvaje de la Palma.
Contempla la representación más viva de la naturaleza y el verdor que caracteriza la isla. Podremos quedarnos y disfrutar del enotrno o adentrarnos un poco más, realizando alguna pequeña senda en solitario o incluso realizar algún tramo de la famosa travesía de los Nacientes de Marcos y Cordero, que se suele finalizar en este punto.
Antes de finalizar el día, seguramente estaremos a tiempo de acercarnos a conocer San Andrés, caminar un poco por sus calles, apreciar la tranquilidad, fotografiar su hermosa plaza y contemplar el paisaje. Una pequeña y bonita población insertada en la naturaleza, el verdor de las palmeras y la vegetación que tapiza sus paredes de roca. También nos llamará la atención la vista del famoso puente de los Sauces, una comunicación entre barrancos y vegetación que no deja indiferente a nadie.
Día 2
Dedicaremos nuestro segundo día en la Palma a seguir conociendo y disfrutando de la mitad norte de la isla. Nos podemos dirigir a recibir los primeros rayos de sol a la playa virgen por excelencia en toda la isla, la famosa playa de Nogales: una cala enorme, entre enormes barrancos y a los pies de unas paredes altísimas, tapizadas por la vegetación y por las que discurre el agua dulce en numerosas ocasiones. Playa de ensueño, digna de un escenario de película de piratas.
Podemos disfrutar buena parte de la mañana haciendo una caminata por el Barranco de la Zarza, para lo que tendremos que desplazarnos hacia el municipio de Garafía. Nos delitaremos en la ruta del agua, por una senda realmente espectacular llena de vegetación, tranquilidad, silencio y calma.
Una senda preciosa que bien representa la base paisajística de esta isla: verdor, frondosidad, agua y calma. Y querremos poner la guinda del medio día, comiendo en cualquier restaurante de Garafía o Barlovento y disfrutar de la auténtica gastronomía palmera. Una delicia al paladar para rematar el gran sabor que hemos despertado en el resto de nuestros sentidos.
Tras ello, no podemos dejar de conocer alguna de las piscinas naturales del norte de la isla. Podrás elegir entre la Fajana de Barlovento o el Charco Azul, en San Andrés y Sauces. Permanecer un par de horas, que siempre se hacen cortas, será suficiente para relajarnos, tomar un baño reparador frente al Atlántico y disfrutar de una gran tarde junto a la gente local. Un gran lugar para gozar con toda la familia.
Finalmente podemos terminar este fantástico día parando en el Mirador de la Concepción, desde donde las vistas de Santa Cruz son realmente dignas de postal y durante la noche podremos apreciar la maravilla de cielo que tiene la Palma. Estando ya en las Breñas, no nos faltará un buen sitio para elegir dónde cenar.
Día 3
Nos vamos directos al corazón de la isla de la Palma. Conoceremos el famoso túnel del tiempo para pasar a la vertiente oeste de la isla, atravesando la cumbre de forma subterránea y llegando al municipio más grande de la isla. El municipio del Paso. ¿Preparados para entrar al Parque Nacional de la Caldera de Taburiente?
Entramos al centro de los visitantes de la Caldera, donde nos darán muy buena información sobre el Parque Nacional, todo lo que podemos hacer, qué ver y cómo organizarlo. Desde Tuylapalma.com trabajamos para facilitar tu elección, en base a la actividad que desees tener en la Caldera y sobre todo el tiempo que quieras dedicarle.
De todos modos, estamos seguros que dedicaremos prácticamente el día entero al corazón de la isla, realmente apasionante en cualquiera de sus versiones. Por lo que es uno de los puntos más visitados y concurridos de la Palma. Será lógico terminar algo cansados este día pero el entorno lo requiere, los paisajes lo merecen y la sensación con la que te marchas suele ser la de querer volver. Eso lo dice todo.
Terminar el día con tranquilidad, mar, terrazas, playa y el mejor clima del mundo en Tazacorte suele ser la coronación perfecta para un día tan espectacular como este.
Día 4
El último día de visita en la Palma lo tenemos que dedicar a conocer la parte vulcanológicamente activa de la isla. Descubrir su geología, su historia y su formación llena de volcanes, erupciones y que, como demostró recientemente al mundo, es una de las partes más nuevas y vivas del Planeta Tierra.
Tendremos que dirigirnos a Fuencaliente, donde podemos visitar el centro del volcán San Antonio y conocer también el volcán Teneguía, descubrir y pasear por este paisaje tan atípico en otros lugares del mundo y tan típico de las Islas Canarias. A muchos visitantes les parece, realmente, otro planeta y a otras personas les recuerda a la luna. Sea como fuere es un entorno muy diferente al resto de la isla y es realmente digno de descubrir.
Nos dará tiempo también de bajar a la costa y conocer el famoso faro y las salinas de Fuencaliente, de donde seguro ya has probado su sal «Teneguía» y quizás nos apetezca tomar un baño en alguna de sus playas, como Echentive. También podemos visitar la Fuente Santa o darnos un chapuzón en algún charco de aguas cristalinas, como el Algibe.
Otra forma diferente de conocer los volcanes de la isla, sin tener que bajar hasta la punta sur puede ser yendo desde el Paso hacia el Pilar. Podemos dar un paseo por la pista del Llano de las Brujas. Éste paisaje volcánico también es digno de ser visitado: Repleto de picón, piedras lávicas y actualmente cubierto de las cenizas más recientes que expulsó el volcán que nació en la zona de Cabeza de Vaca.
Volvemos al coche para desplazarnos hacia la senda de La Hilera, desde donde descubriremos unas preciosas vistas del Valle, podemos parar a comer un bocadillo en el Refugio del Pilar, rodeados de una extensa vegetación de pinos y seguir por la carretera que nos eleva hacia el mirador del Jable. Increíble punto para observar las estrellas durante la noche.
Una zona bastante particular en toda la isla. Un paisaje lleno de grises, negros, rojos y salpicado de pinos que contrasta con las vistas del Valle de Aridane y el intenso azul del Atlántico.
Podremos finalizar el día bajando a los Llanos de Aridane, donde podremos conocer la ciudad más poblada de la isla de la Palma, dar un paseo por sus hermosas calles y avenidas, tomar algo en cualquiera de los bares de su plaza, descubrir cómo transcurre la vida en este lugar, sus murales y grafitis o encontrar el lugar perfecto para nuestra cena de despedida de la Palma.
Del mismo modo, podríamos dirigirnos a finalizar el día en el municipio del Paso, parando en el mirador de Tajuya desde donde las vistas al nuevo volcán son impresionantes. Podemos contemplar este joven volcán y toda la colada de lava, inmensa, que sepulta varias poblaciones de esta maravilla de isla, hasta su llegada al mar. También en la zona del Paso encontraremos un buen lugar donde cenar y despedirnos de la isla.
Qué hacer en la Palma en cuatro días: plan activo.
Día 1
Si deseamos conocer la Palma a fondo y descubrir su naturaleza más salvaje, al mismo tiempo que activamos nuestro organismo, nuestra primera mañana nos podemos dirigir a realizar la ruta de Los Nacientes de Marcos y Cordero. Madrugaremos y tomaremos un buen desayuno; podemos acercarnos a la plaza de los Sauces, un lugar muy tranquilo y con mucho encanto donde hay varias terrazas para tomar un gran café y terminar de despertarnos. La ruta de los nacientes no deja indiferente a nadie.
Por ello es una de las sendas más afamadas de la Palma: vamos a conocer durante un largo descenso la más pura y virgen naturaleza de la isla.
Un camino plagado de helechos, fayales, laurisilva, líquenes, musgos y una gran cantidad de vegetación de la isla, que tapiza todas las paredes, suelo y hasta los árboles. Discurre por barrancos humbríos y soleados, con el agua siempre presente. Atravesarás túneles y aperturas en la roca, fruto de las canalizaciones de agua existentes.
Agua potable, clara y cristalina nos mojará en una parte de la ruta y un descenso por barrancos y veredas realmente espectaculares. Algo muy exótico que nada tiene que envidiar a otros destinos tropicales del mundo y con unas vistas impresionantes en cada rincón.
Terminaremos la ruta, acercándonos a la cascada del Bosque de los Tilos. Una auténtica pasada de rincón donde podremos relajarnos, mojarnos bajo la cascada y tomar algo en el bar que existe a muy pocos minutos caminando. Seguramente tendremos hambre. Nos lo habremos ganado.
Nos quedará algo de tiempo durante la tarde. Será tu elección conocer alguna pequeña senda en el municipio de Barlovento (son todas preciosas y con unas vistas al mar espectaculares) o dedicar este tiempo al descanso y a relax en la piscinas naturales de la Fajana (en Barlovento). Incluso, bajar a San Andrés, relajarnos en el Charco Azul y dar un pequeño paseo por sus calles, conociendo sus rincones y contemplando esta maravilla de pueblo.
Día 2
En este segundo día nos podemos dedicar a realizar la archiconocida Ruta de los Volcanes de la Palma. Una ruta larga, que se suele practicar en descenso y que nos transporta a los orígenes volcánicos de la isla. Una ruta muy conocida y representativa de todas las islas Canarias. Un paisaje que transcurre a través de los edificios volcánicos de la Palma, elevados picos que iremos rodeando y descendiendo desde el centro de la isla de la Palma hasta su punta sur, en las salinas de Fuencaliente.
Nos llevará entre 6 y 9 horas, dependiendo del ritmo que llevemos caminando y sobre todo, de las paradas que hagamos para disfrutar y contemplar el paisaje y sus constantes e impresionantes vistas.
Nos daremos cuenta del principal contraste paisajístico y natural respecto a lo vivido el día anterior, en el norte de la Palma. Caminaremos por los antiguos edificios volcánicos de la Palma, podremos oberservar los conos y cráteres, tapizados de granzón, cenizas volcánicas de diversos tamaños, donde los colores rojizos, ocres, grises y el negro dominan los suelos. Una flora diferente y más pobre que en el resto de la isla, basada en el pino canario y diversa vegetación baja no demasiado dependiente del agua. Por ello, no olvides la crema solar, una gorra y aprovisiónate de agua y algo ligero para comer en el camino. Durante la mayor parte de la ruta… será difícil encontrar sombra.
También podemos elegir realizar la Ruta de los Volcanes durante la noche. Menos elegida, ya que perdemos muchas vistas por la falta de luz, pero es algo realmente a considerar: una gran aventura nocturna si podemos realizarla con luna llena. Es la manera de realizarla huyendo del sol que abrasa en verano, sin pasar nada de calor y quedando realmente perplejos bajo el manto de estrellas de las noches palmeras.
Si la relaizamos durante el día, por la tarde podremos conocer la población de los Canarios, tomar algo fresquito y seguir bajando para conocer el Faro y las Salinas de Fuencaliente. Después de todo lo caminado no nos costará demasiado caminar diez minutos más para tomar un plácido baño en alguna de las calas que hay junto al faro.
Sólo nos quedará elegir un buen lugar donde nos preparen unos manjares para cenar y recuperar fuerzas para el día siguiente.
Días 3 y 4
El próximo plan activo en la Palma que nos gusta recomendar te llevará dos días. Con las piernas bien entrenadas de los días pasados, estaremos preparados para hacer una ruta espectacular, conociendo el corazón de la isla y su parque natural más famoso. Hablamos de disfrutar, a fondo, el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente.
Para ello madrugaremos y nos aprovisionaremos de comida y agua. Además debemos prepararnos con crema solar, gorra, buen calzado de montaña, chubasquero y material ligero de acampada. Podemos iniciar la ruta desde los Barros, en los Llanos de Aridane para adentrarnos poco a poco en la Caldera de Taburiente por el enorme barranco de las Angustias.
La ruta completa son unos 28 kilómetros y por ello la dividimos para disfrutarla en dos días. En el primer tramo iremos desde los Lllanos de Aridane hasta la zona de acampada de la Caldera, pasando por el mirador de los Brecitos.
Es un duro ascenso que nos llevará buena parte del día. Se puede hacer con calma, paradas para comer algo y disfrutar de las vistas, la naturaleza, el silencio y los paisajes de la Palma. Prepárate para gozar de las vistas en el mirador de los Brecitos. Una auténtica pasada de asecenso nos espera.
A finales de la tarde podremos relajarnos, estirar los músculos y montar nuestra acampada.Pasar la noche en el corazón de la Palma, sentir la naturaleza plena, escuchar el silencio y observar el cielo más limpio de Europa, bajo su manto de estrellas es un auténtico delite para todo el que pasa por aquí. Descansaremos placenteramente en una noche que jamás olvidaremos.
A la mañana siguiente podremos disfrutar del descenso, que nos puede llevar entre 4 y 6 horas, más o menos, dependiendo del tiempo que queramos disfrutar de las paradas. Descenderemos el barranco, nos podremos bañar en las pozas de agua fresca y podremos acercarnos a la famosa Cascada de Colores de la Palma. Un auténtico día de disfrute, de fusión con la naturaleza de la isla que podremos terminar con un paseo por las calles de los Llanos de Aridane o con un placentero baño en la playa de Tazacorte.