Ron de la Palma

Probablemente lo desconocías, pero en la isla de la Palma se elabora un ron de excelentísima calidad. Ron reconocido por los más amantes de esta bebida y que se viene destilando en la Palma desde el año 1936.

Si te gusta esta bebida milenaria y tan codiciada por los piratas… en la Palma estás en el lugar correcto. ¡Mira, mira!

La Historia del Ron de la Palma

Nos trasladamos directamente al siglo XVI, prácticamente tras la conquista de la Palma por parte de las tropas castellanas. Tras el reparto de tierras y haciendas, el aumento de la población y la importación de semillas, animales y cultivos, había que pagar el desarrollo de las primeras ciudades y poblaciones de la isla.

Previo a la tremenda expansión del vino, la cochinilla y muchísimo antes del boom platanero, lo que tiró con fuerza de la economía de la isla fueron los extensos cultivos de la caña de azúcar. Unos cultivos que ya se estaban explotando en Andalucía, de donde se importó esta fuerza económica para la isla.

Muchas personas creen que el ron y la cultura de la caña de azúcar proviene de las américas, y en especial, de los territorios del Mar Caribe.

Pero la verdad es que, tanto lo primero como lo segundo, fue llevado al «Nuevo Mundo» por españoles y portugueses. Lo cierto es que la isla de la Palma fue una gran proveedora de la caña de azúcar y también de su néctar.

Surgía por aquel entonces el poder comercial de la Palma en los mares, las conexiones atlánticas y el paso de embarcaciones de distinta bandera, por lo que iba a ser el mayor y primer Puerto de Indias de la Corona. Los principales comerciantes de la época movían la economía internacional pasando por la Palma y con ello… se movía también la economía de la isla.

La caña de azúcar fue clave para la Palma durante más de un siglo y hablar de la caña de azúcar, es hablar de ron. El perfecto clima de la Palma, la brisa permanente del Atlántico, el verdor y la humedad de sus montañas junto con la calidad extrema de sus aguas, permitía la obtención de las cañas perfectas, cortadas minuciosamente y procesadas por auténticos maestros que extraían su néctar.

El proceso de fermentación del azúcar y sus melazas daban como resultado un alcohol que, como ya sabemos, volvía locos a los piratas. El ron.

La importancia de la caña de azúcar sucumbió al auge de las viñas, en pro de la economía de la isla y de sus tremendos vinos. Vinos que también fueron elogiados por toda Europa, desde Inglaterra hasta Amberes y exportados también al continente americano.

El codiciado Ron de la Palma

Si nos referimos a Francois Le Clerc y a Francis Drake quizás no sepamos de quién estamos hablando. Pero si hablamos de un temido corsario francés, natural de Normandía y de un conocido pirata inglés, que traficaba con esclavos por todos los mares conocidos…

Hablamos del famoso Pata de Palo y del temido Pirata de la Reina. Ambos piratas y otros temidos corsarios surcaban los mares de la Palma con bastante asiduidad. Durante los siglos XVI y XVII tiene la Palma buena historia de piratas, ataques, robos y momentos de destrucción y reconstrucción.

Los corsarios atacaron la isla en busca de sus tesoros y no en pocas ocasiones. Una isla pequeña, principal Puerto de Indias, con gran volumen comercial y punto central en la logística del Atlántico por aquel entonces, era un jugoso caramelo para piratas y bandoleros. Y entre esos tesoros estaba también el ron.

¿Hay alguna otra bebida que prefiera un pirata?

Como bien narra la literatura y también se ha plasmado en el cine en multitud de ocasiones, los piratas venían a buscar las manufacturas que se exportaban, los víveres que se tenían, la plata y el oro que venía de las américas y… también el ron, el buen ron de la Palma.

La Cultura del ron en la isla

Con esta historia es natural que persista en la Palma esa cultura del ron. A pesar de la expansión del cultivo de viñas y del posterior boom del plátano de Canarias, se sigue cultivando la caña de azúcar en algunas zonas del noreste insular.

Se siguen empleando los métodos tradicionales de los principales maestros roneros de la época, pero con la experiencia y sabiduría acumuladas hasta la actualidad. Tal es así que la isla de la Palma sigue elaborando un ron de excelente calidad, sabor y aroma. El ron Aldea.

¿Dónde se encuentra la caña de azúcar?

En la Palma actualmente existen unas 5 hectáreas de este cultivo. Podrás localizarlos en Barlovento, Puntallana, los Sauces y también en Tijarafe.

Casi toda la producción se dedica a la mencionada destilería, que también podrás visitar en los Sauces. Además, en algunos mercadillos tradicionales podrás probar el guarapo, de primera calidad y cien por cien natural, extraído de estos mismos cultivos de caña.

¿Cómo se elabora el ron en la Palma?

El ron se elabora con las mismas técnicas tradicionales, al igual que se producen los mejores rones del mundo y mediante su descanso en barricas de roble. ¡Vamos a verlo!

El corte y el molido de las cañas

La primera labor siempre es cortar las cañas de azúcar. En la Palma se mantiene la tradición y todo se lleva a cabo de forma minuciosa, completamente a mano. Es un duro proceso, sin mecanizar, en el que trabajan las gentes de la zona aprovechando la técnica y la sabiduría que pasa de padres a hijos.

Las cañas recién cortadas van directas a moler. Así mantienen su frescor, aroma y calidad. Las cañas ya cortadas y limpias deben ser molidas para extraer el guarapo (jugo de la caña de azúcar), las melazas y los restos inservibles (que llamamos bagazo). Estos subproductos naturales serán aprovechados por la agricultura ecológica de la zona, como abonos y sustratos naturales.

La fermentación y destilación del ron

En la destilería Aldea se fermenta el guarapo directamente, como se hacía antes, sin emplear químicos y únicamente usando levaduras naturales y el control exhaustivo de la temperatura. El guarapo fermenta en poco más de un día, generando sus alcoholes.

Una vez fermentado se pasa al proceso de la destilación del ron. En la destilería de la Palma se sigue usando el alambique original de su fundación: Una de las primeras columnas para destilar que se fabricaron en Europa, en 1893.

Fase de maduración e hidratación

La destilería de la Palma obtiene diferentes rones, en función de sus mezclas y el tiempo de maduración en sus barricas. El ron se madura en diversas barricas de madera de roble, de diferentes procedencias, donde los maestros roneros realizan sus mezclas y llevan a cabo los pertinentes controles.

Cuando el ron ha alcanzado el punto de maduración deseado influyendo en los diferentes aromas, el color y su sabor, llega la fase de hidratación y posterior embotellado. El ron se mezcla con agua para rebajarlo de graduación alcohólica al punto deseado. El la Palma se hidrata con el agua de los famosos nacientes de Marcos y Cordero. La mejor agua de toda Canarias.

Nada tiene que envidiar a los rones del Caribe

Como seguramente ya sabrás, los mejores y más afamados rones vienen de los países caribeños. Algo muy lógico, si pensamos que es la mejor zona donde se da la caña de azúcar. Las condiciones del Caribe son óptimas para estos grandes cultivos de cañaveral y las empresas más importantes del mundo producen allá su ron.

Las islas Canarias estuvieron antes, en el tiempo, produciendo azúcar y ron de sus cultivos de cañaveral. Destacó especialmente en la isla de Gran Canaria, con las primeras cañas traídas de las costas andaluzas. Pero debemos saber que este cultivo, su azúcar y su guarapo fue traído de oriente medio (India), por medio de los árabes.

En cualquier caso, las islas Canarias siguen gozando de esa «hermandad» y esta cercanía con el Caribe. Una muestra más de ello es que el ron es una bebida típica en todo el archipiélago y es de los aguardientes más solicitados a la hora de tomarse una copa.

No confundir con el ron miel

Por algún extraño motivo, nos hemos topado con este error en alguna ocasión. Algunas personas creen que el ron miel, se elabora con miel de palma. Éste hecho les ha llevado a creer que el ron de la Palma es el típico ron miel de Canarias. ¡Nada más lejos de la realidad!

El ron de la Palma es ron. Ron elaborado en la isla de la Palma; cuya historia y cultura hemos descrito hasta ahora.

El ron miel es otro tipo de ron, típico de las islas Canarias y donde en casi todos los restaurantes debes tomar un chupito tras el café. Pero el ron miel no tiene nada que ver con la Palma, salvo que también se consume, como en todo el archipiélago y tampoco tiene nada que ver con la miel de palma.

Elaboración del ron miel

El ron miel se elabora partiendo del ron, como parece lógico pensar. Es decir, de un destilado que proviene de la caña de azúcar y sus melazas (se le pueden añadir más hierbas). Pero en el último proceso, además de hidratarlo con mayor cantidad de agua se le añade entre un 2% y un 5% de miel de abeja.

Puede ser algo más claro o más oscuro, dependiendo de la coloración de la miel, lógicamente mucho más dulce y con menor graduación alcohólica que el ron. Está muy rico y no debes irte de las Canarias sin probarlo.

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Gofio

Seguro que conoces el gofio si ya has estado en su lugar por excelencia, ¡en las islas Canarias!

Pero si no lo conoces o te interesa saber algo más sobre el gofio y todo lo que lo rodea, estás en el sitio adecuado. La Palma presume de tener una arraigada cultura del gofio y además, también es uno de mejores lugares para probarlo ya que todos los canarios que han probado el escaldón palmero… suelen decir que es el mejor que han comido nunca.

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¿Qué es el gofio?

Si desconocías lo que es, se trata de un polvo que sacó del hambre a muchísimas familias canarias durante la posguerra y también durante muchos años antes, cuando la economía de las islas no estaba tan desarrollada. En la Palma, ya en la época de los benahoaritas, se empleaban este rico alimento bajo otra versión que también daremos a conocer.

Fue la base alimenticia de muchísimas familias campesinas en la Palma. Muy nutritivo, muy rico en fibra, vitaminas y minerales. Además, el gofio tiene la particularidad de llenar bien el estómago para no tener hambre pero al mismo tiempo se digiere muy bien.

Se trata de un polvo y de hecho es una harina; pero una harina muy particular ya que se elabora de forma diferente a la harina que todos conocemos. ¡Vamos a verlo!

Qué es realmente el gofio canario

Para elaborar el gofio necesitamos partir de los cereales, concreta y tradicionalmente se emplean el millo (o maíz) y el trigo. Pero en la actualidad existen gofios mucho más ricos a nivel nutritivo, compuestos de varios cereales e incluso de alguna legumbre como las lentejas.

Veamos cuáles son las particularidades que lo destacan del resto de «harinas»:

  • En primer lugar se emplean los granos con su piel. Es decir, estamos ante una harina totalmente integral porque la cáscara es también molida junto al grano.
  • En segundo lugar, los granos de cereal se tuestan antes de ser molidos. Es decir, el polvo que se obtiene tras moler los cereales ya está «cocinado». Es lo que diferencia al gofio canario del resto de harinas con base cereal.

En la actualidad, encontramos gofios de hasta 5 e incluso 8 cereales. Pero el gofio tradicional se basa en el trigo, el millo o una mezcla de ambos. Según su composición será más blanquecino, más amarillento o incluso tirando al marroncito más oscuro; pero jamás es tan blanco como la harina, ya que es integral y el grano previamente fue tostado antes de convertirse en polvo.

Disponemos entonces de una «harina» que ya está previamente cocinada. Es por ello que podremos comer el gofio simplemente a cucharadas, escaldado en el alguna sopa, espesando la leche, realizando un guiso o engrosando su salsa, en algún postre o directamente amasado con agua. No nos será indigesto como si lo hiciésemos con otro tipo de harina.

👉 Aquí puedes ver las diferentes formas de comerlo

La Cultura del Gofio en la Palma

Cuántas personas desayunan leche con gofio en la Palma. Cuántos abuelitos cenan su plato de leche caliente con gofio casi a diario. Estamos ante un alimento muy rico en nutrientes, que da energía de calidad y que gusta mucho a niños y mayores. Sin lugar a dudas es una buena forma de empezar el día.

Un alimento igual de famoso en todo el archipiélago canario e igual de querido y usado. Pero cabe señalar que la Palma es una isla menor, cuyo desarrollo económico comenzó más tarde y que siempre ha sido una isla especialmente rural y cuya economía se ha basado en el sector primario.

Todo ello supuso que el gofio perdurase más tiempo como alimento de base en una mayor parte de la población.

Los abuelitos y abuelitas de la isla nos cuentan que durante varios meses del año se alimentaban de gofio para el desayuno, gofio para el almuerzo y gofio para la cena. Muchos campesinos nos cuentan que era la mejor forma de tener energía y llenar el estómago para continuar con las labores del campo. Otros también nos dicen que, en los años malos, no había otra cosa: «emigrabas a Venezuela o Cuba o te quedabas por acá comiendo gofio».

También nos cuentan cómo cada familia iba determinado día de la semana a moler su grano tostado al molino. No todo el mundo tenía su molino, como podrás imaginar. Podía haber uno o dos molinos para todo el pueblo y la gente incorporó este hecho a su rutina. Había que esperar al viento, acercarse al molino a ver si se movían sus aspas y en ese momento, vecinos y vecinas se juntaban en comuna para autoabastecerse de gofio.

Cosechar todo el cereal, realizar el tueste, esperar el funcionamiento del molino y obtener un gofio de la mejor calidad, ecológico al 100% y con las aguas de antes se convertía en una actividad económica, vecinal y en definitiva social. Los vecinos colaboraban unos con otros, se avisaban de cuándo se podía moler y se organizaban buenas reuniones y conversaciones.

Es a lo que denominamos la cultura del gofio en la Palma y que de hecho podremos palpar en primera instancia si vistamos el Museo del Gofio, en el municipio de Garafía.

El primer gofio. Los auténticos orígenes…

¿Sabías que los benahoritas hacían su propio gofio?

Narra la historia de los primeros pobladores de la isla de la Palma, así como los aborígenes del resto de islas, que ya elaboraban su base de la alimentación a base de lo que podríamos considerar «el Gofio de los awaras».

En este caso, poco tenía que ver con el gofio actual. Los benahoaritas llevaban a cabo su particular «receta». Se trataba de una masa elaborada con una «harina» a base de semillas, habas, granos de trigo, raíces de helecho y de otras plantas comestibles de la isla.

Se cree que secaban las raíces al sol y también tostaban el grano, molían todo y lo machacaban con sus herramientas de piedra o hueso y lo consumían mezclado, en ocasiones, con leche de cabra o caldo. Elaboraban esta masa a la que llamaban ahorén. Es el pasado del gofio que seguimos consumiendo en la actualidad.

Formas de hacer el gofio

Existen diferentes formas de presentar y consumir este alimento que fue la base de alimentación en la Palma así como en todas las islas canarias. Vamos a ver las principales formas en las que se consume el gofio en la actualidad.

Gofio con leche

Se trata de añadir dos o tres cucharadas de gofio a un vaso o tazón de leche caliente. Mucha gente lo emplea en los desayunos y también en las cenas. Con algo de azúcar lo suelen tomar los niños y/o acompañado de cacao. Mucha gente le añade pasas y algún fruto seco y se consume como una «sopa de leche».

Incluso las personas deportistas lo añaden a sus batidos de proteínas como un complemento adicional, dado el gran aporte de hidratos de carbono y fibra. Ideal para suplementar una dieta saludable. Además, como ya mencionamos anteriormente se digiere muy bien y es un alimento que quita bastante la sensación de hambre.

Gofio amasado

En este caso se trata de mezclar el gofio con agua y un toque de aceite de oliva virgen. El resultado es una pequeña pelota o «croqueta» para consumirlo directamente. Es la forma de sentir el verdadero sabor del gofio. Notamos el olor y el sabor de esos cereales tostados.

No es la versión que le encante a todo el mundo. Pero hemos de saber que es su forma más básica y de hecho es la forma de comerlo que tenían antaño, cuando por cuestiones económicas no había mucho más que añadir…

Escacho

Es una evolución del gofio amasado. En este caso mezclamos la masa, a partir de agua y gofio, con pequeños trozos de cebolla picada, pimiento verde y/o rojo, taquitos de queso blanco, especiamos con lo que más nos guste y lo aderezamos con un rico mojo verde.

Amasamos todo el conjunto hasta que quede una textura consistente y presentamos en forma de barra. Cortamos en rodajas y acompañamos con más mojo. Ésta versión más completa del gofio amasado está realmente buena y la verdad es que ¡llena un montón!

Escacho dulce

La modalidad dulce del escacho. Partimos de la misma masa de gofio y agua pero en este caso la vamos a acompañar de algún fruto seco como las nueces, los pistachos, las avellanas… (lo que más nos guste o una combinación de varios).

Añadiremos pasas, plátano maduro bien machacado e integrado en la masa y aderezamos con miel. Lo haremos en pequeñas bolas o también formando una gran barra, que después cortaremos en rodajas. Pasaremos por gofio seco, a modo de «pequeña camisa» para que no resulte pringoso al cogerlo.

Ésta versión es deliciosa y al mismo tiempo una bomba calórica. Por lo que es ideal para niños y personas deportistas. El aporte calórico es tan alto como su valor nutritivo. Serán muchas calorías pero muy sanas y el sabor es ¡realmente bueno!

Chicharrones

Conocidos con el mismo nombre en muchos lugares de España, en otros se les conoce como torreznos. En cualquier caso, se trata de una parte grasa del cerdo (panceta cortada en trozos bastante gruesos).

Chicharrones que deben cubrir con gofio.

La particularidad es que aquí llevan un rebozado en gofio y la verdad que les da un toque muy sabroso, al mismo tiempo que nos resultan menos grasos en boca.

Escaldón de gofio

La textura de una papilla espesa o de un puré, ideal para consumir como primer plato. Se trata de la forma mayoritaria en la que se consume el gofio en la actualidad. Es la versión que más podremos ver en los bares y restaurantes de todas las islas y en los guachinches de Tenerife. Una forma tradicional, muy sabrosa y nutritiva de comer el gofio.

Concretamente en la Palma se dice que preparan el mejor escaldón de todas las islas. Si pensamos en el carácter rural de la isla, su economía basada en el sector primario y también en el clima de los pueblos de montaña, diferente al de otras islas vecinas, entenderemos que en la Palma riman más los platos de cuchara, calentitos, durante los meses fríos y donde el escaldón de gofio se lleva la palma.

No son pocas las personas que dicen que los mejores escaldones y los mejores mojos se preparan en la Palma y en su vecina la Gomera.

Por algo será…
Muestra un plato de escaldón de gofio de un conocido restaurante en la Palma.

En este caso se escalda el gofio con un buen caldo de pescado o de carne. Se integran en dicho escaldado algunas migas de pescado o un poco de carne mechada (según el caso) y se adereza con cebolla, pimiento y algunas especias para terminar decorándolo con queso blanco y algo de mojo verde por encima. ¡Todo un manjar en la Palma!

Encontrarás su versión pescado en algún lugar o zona de costa y su versión carne en las poblaciones de interior y pueblos de montaña. Créeme, en la Palma está especialmente bueno.

Postre de gofio

No es fácil encontrarlo en cualquier sitio pero la realidad es que se trata de un postre muy rico y diferente. Realmente se trata de una sencilla mousse de gofio, dulce y con su «toque salado» al mismo tiempo. Un postre muy cremoso, para nada indigesto, es ligero en el estómago y muy especial en boca con el inconfundible olor al tueste del gofio.

Mostrar el ejemplo de una mousse de gofio en la Palma, acompañada con chocolate rayado.

Además, el hecho de ser un ingrediente de base, su versatilidad y el ingenio de cada persona en la cocina, ha permitido que hoy podamos encontrarlo en galletas, bizcochos, muffins, crepes, pancakes…

Si todavía no te han entrado las ganas de comer, échale un ojo a nuestra guía sobre 👉 Qué Comer en la Palma 👈

La Cultura del vino

Existe una denominación de origen llamada Vinos de la Palma y la verdad es que no es para menos. A pesar de su orografía y su pequeño tamaño, no son pocas las variedades y los sabores diferentes que la isla aporta a la cultura del vino.

Los vinos de la Palma fueron muy afamados y queridos en toda Europa durante tres siglos. El vino tiró de la economía de la isla durante este largo periodo y se puede decir que pagó, en buena parte, el desarrollo de ciudades, talleres y astilleros.

La isla le debe buena parte de su prosperidad a su propia tierra, siempre fértil y productiva, en la memoria de gobernantes, miembros de la corte y los principales comerciantes europeos y de las américas. El vino, sin lugar a dudas, fue uno de los principales protagonistas si hablamos del desarrollo económico del pasado insular.

Historia del vino de la Palma

Tras la conquista de la Palma por las tropas castellanas la isla quedó repartida en fincas y haciendas para los socios, familiares y miembros de la Corte. Si bien el cultivo de la caña de azúcar se instauró antes, la primera viña en la Palma se sembró en Tazacorte a principios del siglo XVI.

Las primeras cepas en la isla llegaron desde Andalucía y Portugal junto a otras especies, semillas y animales.

Italianos, portugueses y flamencos valoraban los vinos que producía la isla. Sobre todo fueron los ingleses los que mejor supieron apreciar, desde el principio, las cosechas palmeras y buena muestra de ello es que el propio William Shakespeare elogia en su literatura a las producciones de la isla. Posteriormente y hasta que tuvo lugar la Guerra de Cuba, también fueron valorados y exportados estos caldos por todos los países del Caribe.

El cultivo de la viña fue reemplazando al de la caña de azúcar y se empezó a desarrollar por toda la isla. Ya destacaban las zonas de la Breña y Mazo por aquel entonces, así como la punta sur de Fuencaliente. Pero la historia narra que hasta en la Caldera de Taburiente se sembraron viñas, completamente adaptadas y mezcladas con los paisajes de pino canario.

Durante el siglo XIX las enfermedades de la vid como el Mildiu o el Oidio frenaron las producciones de la isla. Comenzaba la merma del máximo apogeo de los caldos palmeros en Europa. En cambio, la temida Filoxera, que arruinó cosechas enteras en el resto de España y toda Europa, no llegó al archipiélago canario.

A pesar de todo, a mediados del siglo XIX las viñas comenzaron a reducirse a pequeños cultivos familiares para el consumo local y de algunos «privilegiados» y muy escasos comerciantes. A finales de siglo y durante todo el XX se expandió el imperio del plátano en la isla, quedando casi todas las viñas reducidas a las zonas de medianía. Los cultivos de costa comenzaron a ser sustituidos por las fincas plataneras. El siguiente «boom» agrícola en la isla de la Palma.

¿Qué hay del vino en la actualidad?

La producción multiplicó por seis a la de nuestra era durante los tres siglos de oro del vino en la isla. Pero no por ello se dejaron de producir buenos caldos. Los cultivos familiares, el arte y la experiencia en las labores vinícolas y el saber hacer tradicional, se unían y se unen con las características de un suelo volcánico, con arcillas y arena, cargado de minerales muy valiosos para la obtención de grandes caldos.

La zona de Mazo y Fuencaliente continúan siendo muy valiosas en lo que a este cultivo se refiere; de hecho, si damos un paseo por estos lugares nos damos cuenta de que multitud de laderas y barrancos muestran el verdor proporcionado por las viñas.

Algunas zonas de Garafía, Tijarafe, la Breña e incluso zonas del Valle como algunos cultivos del Paso y el popular barrio de las Manchas siguen gozando de la tradición y cultura del vino. Cosechas familiares que dan un vino joven de espectacular calidad, bajo los procesos tradicionales y cien por cien naturales.

El carácter propio de los vinos de la Palma

La orografía, el suelo, las variedades empleadas y las técnicas de antaño que se mantienen, otorgan a estos vinos un carácter muy particular que, como es lógico, riman con los caldos de las islas hermanas.

Todas las variedades fueron importadas a las islas pero muchas de ellas fueron arrasadas del continente Europeo por la crisis de la filoxera. Algunas de ellas no volvieron al continente ni tampoco a la península, quedando en Canarias algunas de estas variedades que muchas personas desconocen.

Hablamos de variedades como la malvasía, sabro, bujariego, almuñeco, verdello, albillo, negramoll y la listán.

Variedades conseguidas

La Palma en la actualidad desea invocar esta cultura del vino que la hizo grande y conocida en toda Europa. Existen bodegas muy conocidas en la isla y las podrás encontrar en Mazo, Fuencaliente, Tazacorte y Garafía. Trabajan duro por obtener los mejores caldos que evocan esta época dorada del vino en la Palma.

Listán Blanco

Se trata de un vino blanco con carácter propio de la Palma. En boca es un vino seco, terroso pero con claras notas de frutos cítricos. Incluso nos recuerda a la manzana verde. Ideal para acompañar pescado o unas buenas tapas de queso palmero.

Moscatel

No es el que más se produce en la actualidad. Pero como el resto de caldos obtenidos de la uva moscatel, se trata de un vino dulce sin demasiadas diferencias al resto.

Dulce Malvasía

Estamos ante un vino insignia en la Palma y que recuerda siempre a las Canarias allá donde lo encontremos. Se trata de un vino blanco, de color dorado y muy brillante, con notas frutales naturalmente dulces y con un punto ligero de amargor. Ideal para tapear, tomar sólo o acompañar los exquisitos postres de la Palma.

Clarete

Los claretes o vinos rosados de la palma tienen un frescor especial. Ideales para combinar con arroces o gastronomía picante de las américas. También son buenos para beber en solitario. Con un punto seco pero fresco y alegre en boca, son caldos conseguidos por la fermentación conjunta entre las variedades blancas y tintas. Generalmente se usan listán (blanca y negra) y negramoll, pero se conjugan a la perfección con otras variedades de la zona como: albillo, sabro, bujariego…

Negramoll

Esta variedad suele ser la estrella cuando nos referimos a los vinos tintos de toda Canarias. Su existencia se reduce al archipiélago canario y a otras islas de la Macaronesia como Madeira. También se le denomina mulata, ya que es una uva muy negra, pequeña y ovalada que se caracteriza por necesitar una maduración muy lenta y tardía.

Esta variedad proporciona enormes producciones pero no se aclimata fácilmente a cualquier lugar. Nos brinda unos tintos jóvenes de muy buena calidad, frescos, suaves, con toques especiados y un fuerte aroma a madera y tierra.

Conseguir vino de la Palma

Si estás en la isla podrás visitar varias bodegas y además en todos los supermercados y puntos de venta podrás encontrar los vinos de la isla. Fuera de la isla no es tan sencillo encontrarlos porque la producción, al igual que en el resto de islas, no es mucha. Por ello quizás los precios no te resulten demasiado económicos.

Si tu visita coincide con alguna festividad local, seguro que tienes la ocasión de probar el vino de alguna bodega familiar. Un tinto joven, acompañado de un buen bocadillo de chorizo perro, en medio de una romería es, sin lugar a dudas, la mejor forma de degustar un auténtico vino palmero.

El agua en la Palma

Como en todas las islas del mundo, en la Palma también el agua es un gran protagonista pero en esta ocasión no nos estamos refiriendo al paisaje de sus costas ni a las cristalinas aguas de su litoral 👈. Dejamos de lado el agua salada del inmenso Atlántico y vamos a conocer la cultura del agua en la isla de la Palma que, sin lugar a dudas, gira en torno al agua dulce. La mejor agua de toda Canarias.

Algunos ítems sobre el agua de la Palma

Si estás en la Palma o piensas visitar esta maravilla de la naturaleza ¡debes conocer todo esto!

El río Taburiente. Agua dulce constante en la Palma.

De todo el archipiélago, únicamente las islas de la Gomera y la Palma contienen cauces de agua que podemos considerar ríos, ya que se mantienen durante todo el año. En Canarias llueve muy poco y se suelen alternar años de gran sequía con algún año muy lluvioso.

Pero concretamente en la Palma llueve bastante, al menos, en el norte y el noreste de la isla, dada su peculiar altitud y orografía. Si visitas la Caldera, seguro que apetece remojarte en las aguas del río Taburiente. ¡Suele bajar fresquita!

La Caldera de Taburiente es un embudo que recoge el agua de la Palma.

Los mejores plátanos con la mejor agua del archipiélago.

Nadie os negará que los mejores plátanos se dan en la isla de la Palma. Es la isla donde más importancia tiene la agricultura y de hecho, es en la que mayor importancia relativa tiene el cultivo del plátano.

Por todos es sabido que la calidad de sus tierras volcánicas unida a la amplia disposición de buen agua de riego, libre de desaladoras, pone un punto especial a la agricultura platanera y de hecho a toda la agricultura de la isla en general.

No puedes perderte esta entrada del blog si te gusta el Plátano de Canarias 👈. Aprenderás mucho sobre la cultura del Plátano en la Palma.

El subsuelo de la Palma contiene agua para abastecer 7 veces el consumo propio de la isla.

Es lo que indican algunos estudios llevados a cabo en los últimos años. La Palma es la isla de mayor pluviometría y su elevado grado de humedad en la parte noreste de la isla, filtra y acaba reuniéndose bajo el suelo volcánico y drenante de la isla.

Se generan acuíferos, que no son más que auténticos manantiales subterráneos de un agua pura que traen los alisios, filtrada y micro filtrada por la más auténtica porosidad natural del suelo volcánico de la isla.

Hay un auténtico sistema de acuíferos, manantiales, grietas de agua, galerías subterráneas y pozos que nutren las necesidades de agua de la Palma. Y que según algunos estudios podrían nutrir la isla multiplicada por siete.

Agua del grifo mejor que la mineral embotellada

En la isla de la Palma siempre se ha escuchado esto y de hecho se sigue escuchando. «Es mejor el agua que me cae del grifo que la comprada en el supermercado» y la verdad es que es un agua totalmente transparente, sin aroma alguno y totalmente libre de micropartículas, a pesar de agitarla y mirarla al trasluz. Además tiene ese toque mineral en su sabor, al igual que algunas aguas embotelladas de gran calidad.

Muestra un vaso de agua embotellada.

Los análisis que se publican no muestran lo contrario. De modo que se puede decir que estamos ante una de las mejores aguas de España y sin duda, de todo el archipiélago canario.

Existen muchos vecinos que consumen el agua de la red insular (Agua del Ayuntamiento) y otros muchos disponen además de agua privada (Agua de las galerías), que explicaremos después. El agua del Ayuntamiento garantiza ser una agua examinada, tratada, clorada y controlada por las autoridades a nivel sanitario.

El agua de las galerías también lleva su análisis y control pero no está tratada como la del Ayuntamiento. No obstante, la mayoría de los vecinos de la isla prefieren el agua de galería y de hecho, en las zonas donde no llega la red del Ayuntamiento, es la única que consumen.

El mayor embalse de agua de toda Canarias

La laguna de Barlovento. Se trata de un antiguo cráter volcánico que fue aprovechado para instaurar el embalse de agua más grande de todas las islas Canarias. Siempre es un placer visitarla ya que se encuentra en medio de un entorno natural espectacular. Es una zona impresionante, repleta de pistas y senderos que cruzan buena parte de la naturaleza del norte de la isla.

Sus pistas son ideales para recorrerlas en bicicleta de montaña y disfrutar un montón del entorno. Además tiene una zona de acampada equipada con casitas tipo bungalow, espacios de recreo, braseros para hacer fuego, baños con ducha, zona de camping y para caravanas.

¿Desaladoras en la Palma?

¡Si! ningún palmero de antaño lo hubiera dicho jamás, pero desde la última erupción en la Cumbre Vieja y como una consecuencia más de su amplio destrozo, en la actualidad existen dos grandes desaladoras. Se instalaron en la deshabitada zona de Puerto Naos y fueron necesarias para intentar salvar los cultivos del sur de las coladas del Tajogaite.

Todas las fincas de la zona se quedaron sin suministro de agua de riego al no existir un anillo completo en la red de riego, que rodee la totalidad de la isla. Se instalaron con la pretensión de salvar estas zonas de cultivo y que no mermase la producción de la isla todavía más, a parte de lo que se llevó el volcán.

El agua de la Palma y sus principales galerías.

La Cultura del Agua en la Palma

Hacemos referencia a una época que marcó la diferencia en el transcurso histórico de la isla de la Palma. Estamos sin lugar a dudas, ante uno de los hitos más importantes para la sociedad y la economía de los palmeros de antaño.

El gran paso que supuso tener agua en las casas, incrementar la base agrícola de subsistencia de muchas familias y un gran paso también para las grandes haciendas y fincas de cultivos más extensos de productos de la tierra que incluso eran exportados. Estamos ante el paso estrella para lo que todavía hoy sigue siendo el principal motor de la isla: el cultivo del plátano de Canarias.

Nos trasladamos a los años 40 y 50. Fueron años de trabajo muy duro, con escasos medios materiales y una economía muy básica y poco desarrollada. Las familias ahorraban y dedicaban el poco dinero que se tenía para poder hacer frente a la ejecución de pozos y galerías.

Antes de que surgieran las primeras redes hídricas, la gente de la isla recogía el agua en las fuentes y manantiales que surgían en las paredes de los montes y las zonas altas de la isla. Los municipios de Garafía, Barlovento, los Sauces y la Breña eran los más afortunados. Canalizaban el agua con tubos, de forma directa desde estos pequeños cauces naturales. Había que ir a recoger agua a las fuentes con cubos y calderos.

La proliferación de pozos y el surgimiento de las primeras galerías de minería fue un gran paso en estos municipios de la isla. Realizar estas galerías a base de pico, martillos neumáticos, cartuchos de dinamita y muchas horas de dura mano de obra eran labores durísimas además de peligrosas. No eran pocos los accidentes en estos trabajos en los que muchos murieron. Otros varios enfermaban de los pulmones o fallecían jóvenes a causa de estos trabajos de minería.

En cualquier caso, fue esta iniciativa privada la encargada de desarrollar esta red de aguas, que sigue siendo vital en la actualidad. La zona del Valle de Aridane también se cubrió mediante este sistema privado de galerías con las aguas recogidas en la Caldera de Taburiente.

La extracción, el aprovechamiento, la gestión y el reparto de este agua estaba en manos de dicha iniciativa privada. Surgió así el sistema de reparto en acciones o derechos de agua y que se mantiene en la actualidad. Las personas que podían compraban sus acciones de agua.

Una acción da derecho a «x gramos/minuto» del agua de determinada galería. En la actualidad existen acciones que pueden costar 4.000 euros y otras que pueden costar 80.000 euros (dependiendo de la cantidad de agua que transporte). Se crea un mercado del agua a nivel privado, muy querido por unas personas y odiado por otras.

El sistema de galerías se había desarrollado algunos años antes en el norte de Tenerife y no fueron pocas las personas que vinieron a la Palma para trabajar en sus galerías, además de aportar la sabiduría y la experiencia a los palmeros que comenzaban a desarrollar sus primeras redes de galerías.

Si te interesa saber más sobre esta cultura del agua en la isla de la Palma, te invitamos a ver el siguiente video en el que podrás ponerte al día de la mano de sus principales protagonistas. Los testimonios de aquellos que gestionaron y trabajaron en estos pozos y galerías.

Los Recuerdos del Agua

Las aguas termales en Fuencaliente de la Palma

Tagagitro. Te preguntarás ¿Qué significa? pues así es como denominaban los benahoaritas a la archiconocida Fuente Caliente, de donde le viene el nombre al actual municipio de Fuencaliente.

En esta punta sur de la isla de la Palma, muy cerca de la preciosa playa de Echentive, se encontraba una fuente de aguas curativas que hizo famosa a la isla por toda Europa y buena parte del nuevo continente de las Américas. Las aguas de esta fuente eran transportadas hasta Cuba, la Haya y también hacia Amberes durante finales del siglo XVI y todo el XVII.

El agua de este antiguo «balneario» curaba enfermedades como la psoriasis, el reúma, las artrosis y hacía cicatrizar muy bien cualquier herida en la piel. Personalidades de la época venían a la isla en busca de este poder curativo de la Fuente Caliente.

El conquistador de Argentina, Uruguay y Paraguay; el fundador de la ciudad de Buenos Aires, diversos funcionarios y personalidades de gran importancia en la Corte de Felipe II así como grandes personajes históricos de toda Europa se acercaban a la Palma (San Miguel de la Palma, por aquel entonces) a sanar sus enfermedades.

Tal era el poder curativo de estas aguas, en combinación con el bienestar que proporcionaba su clima y su sol, que directamente se referían a ellas como aguas milagrosas. Debido a su fama y a la realidad curativa de estas aguas, se le dejó de llamar Fuente Caliente y pasó a llamarse Fuente Santa. Y tal fue la afluencia de gente y popularidad de este lugar que durante el siglo XVII ésta zona tuvo la mayor renta per cápita de toda Canarias.

El fin de las aguas termales de la Palma 😢

Otro volcán trajo la desgracia a la Palma. En el año 1677 tuvo lugar la erupción del volcán San Antonio (cuyo centro de los visitantes deberías conocer). Las lavas de este volcán enterraron la Fuente Santa y con ello una gran fuente de economía para la isla.

Las aguas termales y curativas de la Palma quedaron sepultadas hasta el día de hoy. Pero no es poca la literatura que ha seguido recordando este gran momento en la historia de la isla. Las aguas de la Palma y su poder curativo fueron añorados en ambos continentes.

… hasta el día de hoy

Y es hasta el día de hoy porque recientemente se ha encontrado un acceso a estas aguas termales. Gracias a la investigación y las obras iniciadas por Carlos Soler Liceras podemos decir que las aguas termales de la Fuente Santa podrán resurgir de las lavas del volcán San Antonio.

Y es que en la actualidad se está luchando por recuperar esas aguas con poderes curativos, para traer de vuelta al siglo XVII bajo el proyecto de un balneario termal, cien por cien natural, que será único en toda Europa.

Las propiedades únicas de estas aguas en todo el continente europeo:

Temperatura

La fuente de San Blas emana sus aguas a unos 30º y la fuente de San Lorenzo mantiene unas temperaturas superiores que giran en torno a los 44º. Una temperatura que invita a relajarse, disminuye la tensión arterial y es realmente reconfortante en cualquier época del año.

Recordemos que son subterráneas y que brindan la temperatura idónea de cualquier balneario con la diferencia de que se mantienen así de forma natural al 100%.

Aguas Cloruradas

Ambas fuentes poseen una de las ventajas más preciadas cuando buscamos propiedades curativas en el agua. Las aguas de la Fuente Santa son cloruradas sódicas. Lo que implica que tienen unas propiedades perfectas para la cicatrización de la piel y son positivas para la mayor parte de enfermedades dermatológicas. No existen en toda Europa unas aguas termales con semejantes cantidades de cloruro sódico. Ideales también para todas aquellas enfermedades respiratorias crónicas.

Aguas Carbogaseosas

Además de su ventaja termal y las características que aporta el cloruro sódico, que por otro lado hemos de agradecer a los volcanes, tienen la suerte de ser además aguas carbogaseosas. Ésta propiedad les da un deseable poder vasodilatador que sería ideal para tratar arteriopatías obliterantes.

Aguas muy ricas en sales

Finalmente diremos que son aguas muy ricas en sales y diferentes minerales. Por lo que además de todo lo mencionado anteriormente, son aguas ideales para la relajación muscular y que aportan grandes ventajas en la prevención de enfermedades cardiovasculares.

¿Mejores que las aguas de la Toja o Vichy? 😮

Absolutamente. Sin lugar a dudas estamos ante unas aguas únicas en todo el continente europeo. No existen unas aguas que reúnan tantísimas propiedades positivas en el mismo lugar. Ya mencionamos que las aguas de la Fuente Santa eran exportadas en cubas a los principales puertos de las Américas y por toda Europa.

Las gentes de la corte, los funcionarios de los principales reinados y los personajes más ilustres de la nobleza visitaban estas aguas y no otras. Estamos ante el principal balneario del Atlántico en el siglo XVII. Tristemente fue sepultado por un volcán, pero… esas aguas continúan manando donde estaban.

El Plátano de Canarias en la Palma

Muestra una gran piña de plátano de Canarias en la Palma.

Estar en la Palma, sin lugar a dudas, es estar en el auténtico paraíso del plátano de Canarias. Nos hayamos ante el principal motor de la isla desde mediados del siglo XIX, en una isla pequeña, de marcado carácter rural y principalmente agrícola. Además se mantienen las formas de los inicios, donde siguen rigiendo los minifundios.

Los productores (algunos más grandes y otros muchos, más pequeños) están agrupados en cooperativas y empresas de mayor tamaño que seleccionan, agrupan, procesan, almacenan y exportan. El Valle de Aridane aparece ya en escritos históricos como un gran productor de esta fruta del cielo. Hoy sigue siendo un auténtico placer estar tomando algo en Tazacorte mientras cae el sol sobre el Atlántico y tras el simétrico y uniforme verdor de sus plataneras.

La importancia del plátano de Canarias en la Palma

Tras la isla vecina de Tenerife es la Palma la principal productora de este maravilloso fruto que cautiva a todos los españoles y a gran parte de los europeos. Pero si tenemos en cuenta el tamaño de ambas islas es totalmente natural que podamos considerar a la Palma como la estrella en el ámbito platanero. De hecho es la primera en cuanto a importancia relativa se refiere.

El sector platanero es el principal pilar del producto interior de la isla, mueve más de 2000 empleos directos e indirectos y supera los 130 millones de kilos exportados anualmente. Además la orografía de la isla, el tipo de cultivo y sus formas tradicionales, poco mecanizadas, hacen que sea un sector muy intensivo en mano de obra. Con estos datos es lógico pensar que el plátano tiene un potente sello cultural en la isla de la Palma.

En la isla de la Palma existen 5.300 productores de los casi 8.000 que existen en toda Canarias.

El volcán sepultó cerca de 600 hectáreas de este cultivo.

Vayas a donde vayas pasarás por amplias zonas de cultivo platanero. Pasarás con el coche por multitud de fincas tapizadas del característico verdor de las plataneras y por invernaderos blancos en cuyo interior no hay sino grandes y preciosas plantas de este afamado cultivo.

Verás gente fuerte, caminando con esas enormes piñas a la espalda y trepando entre bancales y terrazas para transportar este dulzor internacional. También podrás ver pequeñas camionetas y grandes camiones transportando las piñas y seguro que pasas más de una vez por alguna cooperativa e incluso puedes ver cómo van colgadas las piñas, cómo empaquetan etc. También podrás visitar alguna de las fincas, conocer el cultivo ecológico y aprender los procesos que sigue esta fruta desde su plantación hasta sus sucesivas cosechas.

La cultura del plátano de canarias está impresa en el Valle de Aridane pero en el noreste de la isla también nos deleitamos con la gran cantidad de fincas, terrazas y pequeños bancales que también permanecen forrados de este precioso cultivo: en los Sauces, Puntallana e incluso en los alrededores de la capital, Santa Cruz de la Palma.

Es así. En la Palma… ¡se respira plátano de Canarias!

¿Por qué es tan bueno el plátano de la Palma?

El plátano de Canarias es una de las frutas más queridas por todos los españoles. En todas las encuestas realizadas, durante varios años consecutivos y en la actualidad, es el plátano junto a las naranjas y mandarinas las frutas que aparecen siempre en el podio para los españoles.

¿Qué tiene el Plátano de Canarias?

No existe fruto igual en todo el mundo. Por todos es sabido que nada tiene que ver el sabor, la textura, la suntuosidad y el dulzor de un plátano de Canarias con cualquier otro plátano que podamos llevarnos a la boca. Éstos aspectos ponen siempre en el podio a este tremendo fruto de la tierra y quien prueba un plátano canario ya no quiere saber de otros. Además es un acierto al 100% por la cantidad de vitaminas que contiene, sus ricos y cuantiosos minerales, la energía natural que aporta y la fuente de vitamina B6. Aspectos que lo hacen ideal para todo el mundo pero muy recomendado además en los jóvenes, las embarazadas y deportistas.

Las variedades

Proceden del sudeste asiático pero llevan asentadas en las Canarias desde principios del siglo XV. Como verás son muchísimos años en las islas y estas variedades se aclimataron a la perfección desde sus inicios. Ello hace que el Plátano de Canarias tenga una forma de denominación de origen propia, bajo el sello IGP (Indicación Geográfica Protegida) y que además, es el único plátano del mundo que lo tiene.

El clima subtropical

Las islas Canarias cuentan con un clima espectacular que al cultivo platanero le sienta como anillo al dedo. Adentradas en el Atlántico, un clima suave y prácticamente constante durante todo el año, el mayor número de horas de sol de toda Europa, las lluvias esporádicas que generan los alisios… Son los ingredientes perfectos para este tipo de cultivo, a excepción del viento; motivo por el cual, en muchas zonas verás las plataneras protegidas con altas paredes de piedra y/o plásticos blancos. Cuando azota fuerte el alisio es capaz de tumbar las plataneras al suelo, ya que son plantas de poco agarre, raíz débil y en poca cuantía.

La tierra volcánica

El sabor, la dulzura diferenciada y el característico aroma del plátano de Canarias no son una casualidad, ni forman parte de las primeras variedades traídas del sudeste asiático ni del particular clima de Canarias. La clave está en la tierra volcánica de estas islas. Nuestra tierra volcánica es especial, muy rica en los minerales que mejor le sientan al plátano. Ésta mineralización especial es la que aporta el sabor, la textura y los aromas que tiene un plátano canario.

Otras variedades de plátanos y bananas no gozan de tanta dulzura, apenas tienen aroma y apreciamos esa textura arenosa o pastosa. Carecen de la jugosidad, el dulzor y el aroma del plátano de Canarias y el ingrediente secreto está precisamente en la tierra que en su día emanó y emana de los volcanes.

Y el plátano de la Palma, en particular…

En la isla de la Palma y concretamente en todas las zonas plataneras del Valle de Aridane de Tazacorte, los Llanos, la Bombilla, Puerto Naos y el Remo las fincas están asentadas sobre antiguas coladas de lava volcánica, donde se trajo tierra de una excelente calidad.

Tierra volcánica de los terrenos más elevados de la isla. La calidad extrema de estas tierras junto al aporte mineral y filtrante de las nuevas lavas conforman un soporte idóneo para el cultivo de los plátanos en la Palma.

Además la isla de la Palma cuenta con las mejores aguas de toda Canarias. Su posición más adentrada en el Atlántico, su situación más occidental y su imponente orografía hacen que sea una de las islas con más agua de todo el archipiélago.

Agua dulce, que proviene de uno de los cielos más limpios del mundo, que recoge su frondosa vegetación, filtra su roca volcánica y que administra la impetuosa Caldera de Taburiente. Es otra cultura reseñable en la isla de la Palma, la cultura del agua 👈

La Palma es también la isla del agua. Toda el agua de lluvia y la humedad robada a los alisios por su intensa vegetación filtra a los subsuelos de la Palma. Encontramos auténticos manantiales naturales bajo el suelo de la isla y que los palmeros de antaño ya supieron aprovechar. La isla está llena de acuíferos y galerías subterráneas donde se recoge y reparte el agua.

Un agua muy bien filtrada de forma natural y que recoge también el aporte mineral de sus ricas tierras. Esto es perfecto para sus cultivos y sin duda el agua de la Palma pone su sello de calidad al plátano de Canarias que aquí se produce.

La Historia del Plátano de Canarias

Está bien saber algo acerca de la historia de este cultivo y

más si tenemos presente a la isla de la Palma. No son pocas las personas que creen que el plátano llega a España a través del descubrimiento de las américas y desde éstas zonas de Sudamérica y América Central. Debemos conocer que la historia es justamente al revés. ¡Mira, mira!
Introducción del Plátano en España

El cultivo de esta maravilla de fruta se inició en zonas del Sudeste Asiático, islas y países entre Malasia y la India. Países y zonas donde esta planta era originaria y donde ya cultivaban y consumían estos frutos. Se sabe que fue durante el siglo V cuando este cultivo comenzó a pasar al continente Africano, donde la costa este y zonas como Kenia, Mozambique, Guinea y Tanzania se iniciaron en los cultivos bananeros; algo lógico si pensamos que las primeras plataneras llegaron al continente africano vía Madagascar.

Fue ya durante el siglo XV cuando estas plataneras procedentes de África se comenzaron a extender por las costas del mar Mediterráneo siendo un cultivo que se adaptaba más o menos bien en las zonas de baja altitud, gracias a la suavidad del clima aportada por el mar. El plátano llegó concretamente al archipiélago canario directamente desde Guinea Ecuatorial y fue traído gracias a las expediciones portuguesas de la época.

Hemos de tener en cuenta que el clima ideal para el plátano requiere temperaturas en torno a los 20 – 25 grados y que además se trata de un cultivo muy intensivo en necesidad de agua, buen suelo filtrante y sustratos de limo, arenosos pero con buena presencia de arcillas. Motivo por el cual nuestras amadas islas Canarias eran perfectas para obtener calidad y cantidad de este jugoso fruto.

Fue durante la colonización de las américas y los tiempos posteriores cuando se llevó este tipo de cultivo al nuevo mundo conocido. Es decir… al igual que ocurrió con el trigo, fueron los españoles los que llevaron el cultivo del plátano para allá y no al revés. De América trajeron muchísimas otras cosas como el cacao, el tabaco, la patata, el tomate, la piña y otros tubérculos como la yuca, el boniato…

Muestra una goleta histórica de la época colonial, cuando se exportó el plátano de canarias al continente americano.

Expansión del cultivo del plátano en Canarias

Muchas personas creen que el cultivo del plátano en el archipiélago canario se comenzó a expandir desde sus inicios, durante los siglos XV y XVI. Existe la falsa creencia que el plátano de Canarias siempre ha sido la base de la economía agraria en las islas. Esto no ha sido así.

Debemos saber que en la Palma dominaba la agricultura de subsistencia. Tras la conquista de las islas había que asegurar el autoabastecimiento de los nuevos pobladores que vendrían a la isla, al igual que ocurrió en el resto de islas del archipiélago. Abundaron pues los cultivos de trigo y cebada, además de los pequeños cultivos de huerta como los frutales y las hortalizas.

Tras ello, durante los siglos XVIII y XIX las islas se incorporaron a las rutas comerciales atlánticas, donde la Palma jugó un papel bastante importante, siendo granero de otras islas como el Hierro, la Gomera e incluso Gran Canaria y jugando un papel especial en la economía agraria de exportación con los cultivos de la caña de azúcar y el vino. De modo que no siempre el plátano fue el protagonista.

El Plátano de Canarias en la Palma durante el siglo XX

No fue hasta finales del siglo XIX y durante todo el siglo XX cuando el plátano de Canarias prácticamente se convirtió en el rey de los cultivos en la Palma, al igual que ocurrió en las islas de Tenerife y Gran Canaria. La principal empresa comercializadora de plátanos se ubicaba en Tazacorte y fue la empresa de Pedro Suarez, quien también se dedicó a su exportación.

Pero no podemos terminar de hablar del plátano de Canarias sin mencionar la importancia que tuvo para su expansión el mercado y su comercialización en el Reino Unido. Es el momento de nombrar a Edward Wathen Fyffe, un conocido británico que enfermó de la enfermedad de moda por aquel entonces, la Tuberculosis.

No eran pocos los británicos más adinerados, que venían a tomar un respiro vacacional o buscando la sanación de su enfermedad a las islas Canarias. De hecho en la Palma, gran parte de los visitantes del Reino Unido venían a curarse y a mejorar su estado de salud a la Fuente Santa (en Fuencaliente). Edward jamás había visto un plátano en su vida pero el sabor, el aroma y la calidad de este fruto le cautivó y supo que también cautivaría al resto de británicos en su isla.

Edward y su empresa Fyffes se encargaron de exportar y comercializar el plátano de Canarias en el mercado inglés y finalmente, junto a otras empresas exportadoras, el plátano canario se fue extendiendo por todos los mercados europeos. Hasta el día de hoy, desde aquel entonces, el plátano de Canarias sigue siendo el producto agrícola por excelencia de casi todo el archipiélago pero, muy en especial, de la isla de la Palma.

En lo que llevamos de siglo XXI otros cultivos comienzan a practicarse en abundancia. Hablamos del aguacate, que sigue en auge entre los palmeros, pero también de otros frutos tropicales como la papaya y el mango. No obstante solo hemos de darnos un paseo por la isla de la Palma para darnos cuenta que el plátano de Canarias sigue siendo el rey.

Variedades de plátano cultivadas en la Palma

Las variedades de plátano cultivadas en las islas Canarias pertenecen a la familia del plátano Cavendish, que es como la mayoría de los consumidores conocemos a este tipo de fruta. No obstante Cavendish no es la variedad, ya que todas las variedades presentadas se agrupan en esta familia.

En la Palma y en todo el archipiélago todavía podremos encontrar las siguientes variedades de plataneras:

  • Pequeña enana
  • Gran enana
  • Gros Michel
  • Poyo
  • Lacatán

La realidad es que todas las variedades nos dan el plátano de Canarias que todos deseamos, con sus características motas negras en la piel, su extrema jugosidad y dulzura así como ese aroma tan característico. Distinguimos estas variedades no tanto por sus diferencias en el fruto (que son poco apreciables, aunque no despreciables) sino por las características de la propia planta platanera.

La pequeña enana y la gran enana son variedades más bajas en altura, rondan entre los 2 y los y los 3 metros. Son ideales para su cultivo en las islas, ya que al ser más bajitas los vientos no generan tanta problemática al cultivo. Las otras variedades son ejemplares de mayor altura; por ejemplo la Gros Michel suele llegar hasta los ocho metros por lo que deben ser protegidas del viento mediante altas paredes o invernaderos.

Algunas variedades se adaptan mejor al frío, por lo que pueden cultivarse en las zonas de mayor altitud. No obstante es un cultivo ideal para producir a altitudes tope de 300 metros. Alguna de las mencionadas variedades soporta mejor unas plagas que otras y viceversa. Por ello la elección de la variedad siempre va a depender de las preferencias de cada agricultor. Se busca el mejor equilibrio entre producción – altura de la planta según el viento – resistencia a plaga – coste.

La mayoría de agricultores prefiere sembrar la variedad gran enana y pequeña enana, centrándose básicamente en la buena producción (que llega a los 60.000 kilos por hectárea) y su escasa altitud (más manejable en las zonas donde azota con fuerza el alisio).

El Cultivo del Plátano de Canarias:

Si has llegado hasta aquí quizás te interesa conocer, aunque sea por encima, cómo funciona el cultivo de esta maravillosa fruta que podemos encontrar por casi todos los rincones de la Palma. Vamos a ver las principales fases de un cultivo platanero al uso:

Preparación de la finca

Se necesita generalmente una protección el altura. Actualmente suelen ser armaduras metálicas y plásticos de invernadero pero todavía quedan las super paredes de piedra que podemos ver en la Palma; como ya hemos mencionado lo que se busca es una protección ante los azotes del viento.

Además se necesita fácil acceso al agua de riego. Tradicionalmente se inundaba mediante el uso de canales pero en la actualidad se controla el riego con mecanismos de auto riego controlado. Se necesita también el uso de abonadoras, en los laterales de la finca o en pequeñas construcciones aledañas que suelen albergar también las bombas de riego y los sistemas de auto riego y luz.

Hay que preparar el terreno. Este debe tener buena base de drenaje y filtración, una buena capa de tierra arenosa con buen componente de arcillas y abono natural, como puede ser el estiércol. Además se prepara una capa de mantillo de compost. Actualmente se está extendiendo el autoabastecimiento de compostaje a base de los restos de poda, césped, estiércol y los restos de las propias plataneras del año o años anteriores.

Los agricultores además deben idear a la perfección el encuadre y la disposición de su finca, teniendo en cuenta la afección del viento pero primando la orientación respecto al sol.

Colocación y siembra de las plataneras

Un cultivo platanero necesita buenas horas de luz solar y es importante idear la posición de las líneas de la plantación, respecto al encuadre de la finca. Éstas deberán mantenerse además durante los sucesivos años que dure el cultivo, mediante el proceso del deshijado.

La colocación de las pequeñas plantas se realiza a unos 15 centímetros de profundidad del suelo y se suele dejar una distancia de unos dos metros entre planta y planta.

Un correcto control del suelo, buena cantidad de agua y horas de luz solar es todo lo que necesitan estas plantas para crecer. Se controla exhaustivamente la aparición de plagas (que es el principal problema de este tipo de cultivo, ya que son demasiado dañinas). Debemos saber que con los cuidados adecuados éstas plantas crecen bastante rápido y al año darán sus frutos.

Abonado de la tierra

El plátano es un cultivo que requiere bastante mimo en este aspecto. Si deseamos obtener una buena cosecha y con plátanos de calidad, hemos de tener en cuenta que a este cultivo le gusta consumir su proporción correcta de macronutrientes (nitrógeno, fósforo y potasio) pero también necesitaremos planear los aportes de minerales como el calcio, el hierro o el magnesio.

Las grandes producciones siguen empleando abonos químicos, correctamente balanceados y controlados en sus abonadoras en las cantidades que necesita el cultivo cada año. Pero hemos de tender, cada vez más, hacia el cultivo ecológico y ya podemos encontrar varios en la isla de la Palma. Mediante el compostaje, el uso de estiércol, guano y humus de lombriz, el cuerno molido o las espinas de pescado se puede aportar a la tierra todo lo que los cultivos necesitan.

Control de plagas

Es uno de los mayores dolores de cabeza entre los agricultores del plátano de Canarias. Se deben cuidar los riegos y la humedad del suelo. Es un cultivo al que le encanta el agua pero no el fango ni los charcos, ya que es sensible a los hongos y al ahogamiento de sus pequeñas raíces.

Pero sobre todo se teme al picudo o la picuda. Un insecto que puede llegar a arruinar plantaciones enteras si no se le detecta y combate. No existe ningún insecticida homologado que sirva contra esta plaga. Tampoco existe ningún repelente natural efectivo contra el picudo negro, de modo que lo que se usa en todos los cultivos son las trampas de feromonas. Capturar a este bichejo en fase adulta es lo mejor que se puede hacer ante este posible y amenazante problema.

Además siempre está presente la enfermedad de Panamá o el mal de Panamá; se trata de un hongo que ataca a las variedades enana y gran enana, que como ya mencionamos antes son de las más elegidas en Canarias. Suele controlarse mediante el control exhaustivo de los riegos, la composición de un suelo filtrante con buen drenaje, el minimizar las sombras o maximizar el aporte solar a la zona de cultivo dañada, la calcificación de los suelos ácidos en exceso o si el mal ha ido a mayores… la renovación y recomposición del suelo.

En la actualidad existen numerosos cultivos que se basan en el aceite de neem y los jabones potásicos como principales plaguicidas. No obstante se usan demasiados productos fitosanitarios, como ocurre en toda la agricultura intensiva de los tiempos actuales. Es por ello que existe un control muy duro y pertinente para que no se empleen sustancias prohibidas o no aprobadas por los organismos de la UE.

Control de fitosanitarios en los cultivos de Plátano de Canarias

Las autoridades competentes llevan a cabo un control exhaustivo de los fitosanitarios empleados en todos los cultivos plataneros en la isla.

De forma aleatoria se seleccionan varias piñas de plátanos y se toma una muestra de forma minuciosa. Esta muestra es controlada y se lleva a un laboratorio de tal modo que si se detecta cualquier sustancia prohibida o exceso en alguno de los productos empleados se considera no apta para el consumo y dicho cultivo se pone en cuarentena. Algunos días después y de acuerdo a los protocolos de control, se repite la inspección y se realizan tomas de más muestras.

Si el resultado es negativo, se levanta la cuarentena y se sigue llevando el pertinente control. Pero si el resultado vuelve a ser positivo, esa plantación se cierra y no será posible comercializar el producto en el mercado.

La Unión Europea y el Gobierno controlan mucho esta materia y cada vez se tiende más al fomento de la agricultura ecológica y segura para la salud de los consumidores. De ahí la batalla de los agricultores nacionales frente al mercado internacional de banana latinoamericana, ya que obviamente resulta imposible competir en coste con los plátanos que llegan de mercados donde no existen controles, tan rigurosos, en este aspecto.

El proceso del deshijado

Las plataneras no se reproducen por polinización, no existen machos ni hembras y ya sabrás que los frutos no contienen semillas. Las plántulas se obtienen a partir de los «hijos» de una planta platanera «madre». Es decir que deben separar los retoños que brotan del suelo junto a la planta principal o madre.

Esto tiene mucho que ver con uno de los procesos más laboriosos y característicos del cultivo platanero: el deshijado. Un proceso que se lleva a cabo de forma manual con una herramienta de corte que se denomina barreta, similar a un destornillador plano, gigante y con la punta afilada para cortar los brotes seleccionados como hijos no sucesores.

La técnica del buen platanero hace seleccionar un único hijo (a veces dos) que será el brote que brindará su cosecha al año siguiente en cada una de las plataneras. Los llamados «hijos de fondo» son los primeros en brotar de la planta madre y siempre son desechados como sucesores. Los «hijos de agua» son alargados y tampoco serán buenos sucesores.

Además dentro de los posibles sucesores hay que saber elegir aquel que dará buena continuidad al cultivo; debe mantener las líneas y el encuadre de la plantación. Pensemos que a lo largo de tres o cuatro cosechas, el siguiente hijo debe salir en el mismo lugar donde estaba la madre inicial.

Seleccionar de forma errónea los hijos en el cultivo dará problemas futuros de fuerza, vigor y alineaciones incorrectas en la plantación; lo que puede suponer mermas en las futuras producciones de este cultivo. Además el proceso del deshijado influye directamente en el desarrollo de la planta y en consecuencia, de su producción.

Como ves, es un proceso curioso, singular y para el que se debe contar con la sabiduría y la experiencia necesaria. Además es una labor manual, que no se puede mecanizar y por muchos es considerada un arte «el arte del deshijado», ya que se debe hacer coincidir con el momento exacto. ¿Cuál? el que haga que la platanera de su producción en la época idónea (que para el agricultor es cuando mejor se pague la cosecha).

Floración y fructificación

Muchas personas desconocen incluso la forma en la que estas plantas presentan sus frutos. Algo que no deberías saber si nuca has estado en una finca de plátanos; ya que siempre los vemos presentados por separado o en conjuntos (manos) de varios plátanos en los comercios.

El fruto cuelga de la platanera hacia el suelo en un gran conjunto de plátanos que presenta forma de cilindro o cono, algo más estrecho por su parte baja. A este conjunto de frutos le denominamos «piña» y cada piña puede contener entre 200 y 250 plátanos. Del centro de la piña cuelga una característica flor grande y cada uno de los plátanos también contiene una pequeña flor en su punta (el circulito negro que ves y que agrupa la cáscara cuando lo pelas).

Los plátanos de la piña van creciendo, se modifica el plan de abono y las piñas van engordando, incrementando su peso y conformando la jugosidad y dulzura que caracterizarán sus plátanos cuando ya estén maduros.

Cuando las piñas presentan un buen tamaño y los plátanos están cercanos a su punto de corte se llevan a cabo las siguientes labores:

  • Apoyos: no en todas, pero normalmente en algunas plantas se debe bridar un apoyo para que el peso de las piñas no vuelquen toda la planta al suelo.
  • Desfloración: otra acción costosa, que se debe realizar mediante procesos manuales. A veces directamente con la mano y otras, ayudados con una herramienta de corte. Se trata simplemente de eliminar la flor de todos y cada uno de los plátanos que contiene cada piña de la plantación. Si no se hiciera esta labor, los plátanos se pudrirían enseguida.
  • Cobertura: se cubren las piñas que vayan a ser cortadas en poco tiempo. Una bolsa de plástico cubre toda la piña, de forma minuciosa, hasta su origen y sin dejar agujeros u oquedades. Esta labor es importante y se realiza con la misión de que no entre al fruto ninguna plaga o insecto indeseado que pudiera echar a perder la cosecha. El insecto más temido es la lagarta de la platanera: una mariposa nocturna que puede entrar en los frutos, en su etapa larvaria (un gusano de color verde).

Cosecha

A muchas personas les llama la atención que se cosechen los plátanos con una coloración tan verde. Algunos visitantes comentan que pensaban que, al menos los que se comían aquí en las islas, se dejaban en la planta hasta verse bien maduros, con ese característico color amarillo. La respuesta es negativa.

Tanto los plátanos que se consumen en la isla, como los que van para exportación a la península o a los mercados europeos se cortan cuando la piña todavía es de color verde. Es la forma adecuada de que el producto responda bien a los procesos de corte, transporte y empaquetado.

Las piñas posteriormente suelen separarse en manos (conjuntos de 8, 10 a 15 plátanos unidos a su tallo) donde también madurarán con facilidad en pocos días. No los metas a la nevera, tampoco los tengas a la luz. La mejor forma de que maduren, salgan bien buenos y plagados de motitas negras es taparlos con un trapo en un lugar fresco y seco de la casa. No te olvides de que los tienes ahí o en pocos días madurarán demasiado y tendremos el habitáculo ¡lleno de pequeñas moscas!

¿Quieres saber más sobre la Cultura del Plátano de Canarias?

Si te ha gustado aprender sobre el cultivo del mejor plátano del mundo, te invitamos a ver esta serie de vídeos de la mano de Asprocan. Podrás visualizar todo lo que hemos comentado en esta entrada del blog contado y explicado por alguno de sus protagonistas.

👉 Ver en Youtube la serie sobre la cultura del plátano en Canarias

El sendero del Roque de los Muchachos

Bienvenidos al auténtico techo de la Palma, a 2.423 metros de altitud. Uno de los lugares más impresionantes del mundo, que ofrece unas vistas únicas de la isla y en el que podremos realizar una pequeña ruta, apta para todos los públicos: el sendero del Roque de los Muchachos.

Vista desde uno de los miradores de la ruta del Roque de los Muchachos.

Ruta Roque de los Muchachos

No debemos ser deportistas de élite para apreciar uno de los mayores regalos que la Palma nos brinda. Estar en la cumbre más elevada de la Palma, nos traslada directamente al cielo. Desde aquí observaremos al padre Teide y la majestuosa isla de Tenerife, así como a las hermanas pequeñas del Hierro y la Gomera. Tendremos una vista única de la impresionante Caldera de Taburiente, la panorámica perfecta de uno de los observatorios astrofísicos más importantes del mundo y contemplaremos la totalidad de la isla hasta su punta sur, recorriendo con la mirada la Ruta de Crestería y la Ruta de los Volcanes.

Si el día sale nublado no te preocupes. En el Roque estarás siempre por encima de esa nubosidad y la panorámica del mar de nubes, el horizonte marcado por el Atlántico, los picos de toda la crestería de la Palma asomando entre el algodón y el techo del Teide sobre las nubes, también son espectáculos que la Palma nos regala.

Cuántos fotógrafos profesionales ansían tener esta maravilla. Observar cómo las nubes van entrando en la Caldera de Taburiente a modo de enormes cataratas, también es algo por lo que merece la pena subir al Roque de los Muchachos.

¿Cómo llegar?

Hemos dicho que no debías ser deportista de élite para ello ¿recuerdas?. Y es que podemos subir directamente con el coche, en taxi o con las excursiones programadas que llegan en bus hasta el mismo Roque de los Muchachos.

Desde el municipio de Garafía o desde Santa Cruz de la Palma, debemos tomar la carretera LP-4 que en ambos casos nos llevará hasta el techo de la isla, a través de una intensa carretera de montaña. Tómalo con calma, circula despacio y disfruta también de conducir por aquí porque el paisaje y las vistas son realmente espectaculares.

Nuestro consejo es que llegues por un lado de esta carretera y salgas por el otro; ya que el entorno de ambas vertientes es muy diferente.

Debes pasar el Observatorio Astrofísico y tras quedar perplejos ante semejante tecnología y tal paisaje de película, seguir las indicaciones hacia el Roque. Podremos aparcar junto al punto de información.

El pequeño gran sendero de la Palma

Panorámica desde el pequeño sendero que circunda el Roque de los Muchachos.

Estamos ante una pequeña senda preparada, correctamente ejecutada, con protecciones laterales y firme aplanado en piedra. Se trata de un breve sendero que nos llevará entre 15 y 30 minutos. No estamos ante un lugar para practicar trekking. Nos hayamos en un lugar mágico para disfrutar tranquilos, respirar el aire más puro del Planeta, relajarnos ante el más absoluto silencio y contemplar los caprichos de la naturaleza que la Palma nos regala.

La pequeña senda nos lleva a dos puntos a modo de mirador. En el primero tendremos una panorámica perfecta del Observatorio Astrofísico, sobrevolando el Atlántico hasta el horizonte. El segundo punto es perfecto para contemplar la Caldera de Taburiente hacia el interior, su salida hacia el Valle de Aridane y observar la práctica totalidad de la isla. Muchas personas se quedan en este mirador.

Pero si lo deseas podrás continuar la pequeña ruta. Sigue siendo uno de los senderos más transitados de la Palma. Es algo más estrecho y si no tienes vértigo, podrás practicarlo sin problemas. Se baja un poco, por lo que luego sí tendremos algo de pendiente para regresar; pero sigue siendo un sendero preparado en piedra, con protección, de escasa pendiente y apto para todos los públicos: llegaremos al mirador del espigón, donde las vistas de la Caldera son todavía más espectaculares.

Podemos realizar todo el camino de forma tranquila, en unos quince minutos; por lo que la exigencia física es baja. Pero seguro que empleamos una hora, o tal vez más. Este espectáculo es digno de una sesión de cine.

Curiosidades

  • Recibe el nombre de Roque de los Muchachos por los cinco o seis monolitos que coronan la isla y que podemos ver, cercados, junto al punto de información. Desde la lejanía parece un grupo de muchachos tramando algo. De ahí el nombre.
  • Durante algunos inviernos fríos el Roque de los Muchachos permanece nevado y en ocasiones, el acceso está cerrado al tráfico.
  • Durante la primavera y el inicio del verano podrás disfrutar de los endémicos Tajinastes. Las flores más representativas del techo de la Palma.
  • Disfruta, conoce y escucha las aves más características del lugar. Siempre podemos encontrarlas en las alturas de la Palma. Y en ocasiones podrás ver, acercarte y fotografiar a algún simpático cuervo, totalmente acostumbrado a la presencia de extraños en la zona.

✅ Recomendaciones para el sendero del Roque de los Muchachos

  • No olvides el protector solar si piensas quedarte un buen rato por el Roque. El sol pega demasiado, a pesar de la buena sensación térmica que podamos tener ahí arriba. 🌞
  • Tampoco olvides llevar en el coche tu prenda de abrigo si lo vas visitar entre diciembre y marzo (sobre todo). Aunque puedas bañarte en la playa… aquí arriba ¡hace frío! ❄️
  • A medio día no suele haber gente y si madrugas bastante… también puedes tener el privilegio de estar tu solo ahí arriba. Es realmente una pasada. 🙋
  • Combina tu visita al Roque de los Muchachos con la visita al Observatorio Astrofísico. Recuerda que es uno de los más importantes de todo el mundo. 🌌
  • Ver el atardecer o el amanecer desde aquí arriba es, realmente, auténtica magia natural. 🌄
  • Calzado deportivo o de montaña. No es una senda complicada. 👟
  • Conduce con sumo cuidado y respetando la velocidad indicada. Y si es de noche… ¡prohibido usar las luces largas! 🚗
  • Si amas la fotografía… ¡llévate un par de baterías! 😜
Vista del Teide desde el mirador del Roque de los Muchachos.

Si no te gustan las carreteras de montaña, tienes vértigo o lo pasas mal en las alturas, quizás subir al Roque de los Muchachos en la Palma no sea una buena opción para ti. La Palma posee un gran valor natural y una gran cantidad de 👉 sitios que ver 👈. Subir al sendero del Roque de los Muchachos nos llevará prácticamente toda una mañana o tarde. No emplees tu tiempo en ello si lo vas a pasar mal.

En cambio… si nada de eso supone un problema, subir al Roque de los Muchachos es una actividad obligada en la Palma. Realmente espectacular.

Ruta de la Zarza

Bienvenid@ a la ruta por el sendero más famoso de la Zarza. Estamos ante uno de los secretos de la isla de la Palma, ya que no es una de las rutas más conocidas en la isla pero merece realmente la pena. ¿Recuerdas los bosques de la película de Parque Jurásico? prepárate para adentrarnos en un lugar realmente mágico, donde sólo se respira paz, los aromas primarios de la Tierra y el sonido de la naturaleza más pura de la isla. ¡Vamos a verlo!

Inicio de la ruta de la Zarza en la Palma.

Senderismo en el entorno del Parque Cultural de la Zarza y la Zarcita

El Parque Cultural por excelencia en Garafía. Se trata de un centro arqueológico donde podrás descubrir la cultura aborigen de Benahoare y donde visitarás y conocerás todo lo referente a los petroglifos o grabados rupestres que elaboraban los benahoaritas del norte de la isla.

Estamos ante uno de los lugares de mayor importancia en todo el archipiélago canario en cuanto a la cultura aborigen y paneles rupestres se refiere.

¿Dónde debo dirigirme?

Debemos poner rumbo al pequeño continente de Garafía, municipio norteño de la isla de la Palma. Entre las pequeñas poblaciones de la Mata y Llano Negro, por la carretera general LP-1, llegaremos al Parque Cultural de la Zarza y la Zarcita.

Podrás aparcar el coche sin problema y también es un lugar que suelen frecuentar los taxistas de la zona.

El Barranco de la Magdalena:

Nos topamos aquí con diversas veredas y caminos que conforman buena parte del senderismo cinco estrellas de la Palma. Te explicaremos diversas formas de conocer las rutas de la Zarza: una zona espectacular donde la laurisilva, las sombras, la bruma y el canto de las aves son los actores principales en este Parque Jurásico y donde el agua es la clara protagonista.

El descenso al cauce del barranco de la Magdalena nos lleva por frondosos bosques de laurisilva, fayal – brezal, helechos y plantas rupícolas que tapizan suelos y paredes de la antiquísima roca volcánica primigenia que formó la isla. Nos encontraremos con fuentes naturales de agua clara, grabados rupestres que manan historia y cuevas que fueron lugar de reuniones de culto en el pasado de los awaras.

Sendero en la ruta de la Zarza

Ruta de la Zarza para todos los públicos

Descenso del barranco de la Magdalena hasta la Catedral (ida y vuelta)

Una opción breve y sencilla si nos queremos quedar con la esencia de la zona, en un recorrido de unos tres kilómetros (de ida y vuelta). Podemos realizar un paseo por la senda que parte junto al Centro Cultural y la Parada de taxi. Observaremos las piedras basálticas tapizadas de musgo y nos adentramos ya en un bosque cerrado desde su inicio, tras cruzar un pequeño pasadizo, donde ya comenzamos a sentir el silencio, roto únicamente por el sonido de las gotas de agua.

Esta opción nos llevará una hora u hora y media. El camino comienza a estrecharse y se convierte en un sendero húmedo y oscuro, donde poco filtra la luz solar, debido a la frondosidad de este bosque.

Comienza el descenso al cauce del barranco y caminaremos siempre junto a la enorme pared que emergió del mar en la formación de la isla de la Palma. Roca basáltica, suelo siempre húmedo, helechos y plantas tapizantes acompañan siempre el continuo goteo de las aguas del norte de la isla. En los pasos más estrechos y curvados tenemos siempre una protección de estacas de madera y palos cruzados; además en las zonas de mayor pendiente existen escalones realizados con troncos de madera.

Terminamos el descenso y nos podemos quedar con las mejores sensaciones de la Zarza. Habremos llegado a la Catedral, curioso nombre que sólo entenderemos si bajamos hasta abajo y nos colocamos en el centro, observando hacia arriba: estamos ante una auténtica catedral de la naturaleza. Una pared vertical, tapizada de plantas y por donde siempre discurren las gotas de agua. Veremos una cueva de mayor tamaño en la parte inferior y en los alrededores varias oquedades más pequeñas. El silencio, la paz, el sonido del agua y del canto de las pequeñas aves que transitan este espacio son dignas de película.

Tras disfrutar de este lugar mágico podemos poner rumbo al inicio de la ruta, volviendo por el mismo sitio.

La ruta de la Zarza. Senderos circulares.

De la Zarza a la Cruz del Gallo (ruta circular)

Si deseamos conocer más la zona y caminar, con calma, durante cuatro horas podemos realizar esta ruta circular de unos 8 kilómetros. Se trata de una ruta de nivel medio, escasa dificultad técnica y para las personas acostumbradas al senderismo y a caminar por senderos de montaña es muy sencilla y realmente preciosa. Acumula poco más de 300 metros de desnivel (positivo y negativo).

Partimos de la misma forma que en la ruta anterior. Junto al aparcamiento, caminaremos un poco, cruzaremos el túnel y seguiremos hasta descender a la Catedral; pero en esta ocasión no nos daremos la vuelta. Vamos a seguir las indicaciones de los carteles que indican Don Pedro. Vamos a ir barranco a través por un enorme bosque, tan frondoso que apenas nos tocarán los rayos del sol.

¿Preparados para disfrutar de un auténtico paisaje jurásico? Lo descubriremos tras varias subidas y bajadas, cruces por el barranco y a la vista de pequeñas cascadas, fuentes y pequeñas cuevas. El sendero está perfectamente indicado y cada cierto tiempo encontraremos los carteles con la señalización de los puntos de interés y los kilómetros que nos separan del lugar en el que estamos. Tras pasar por la Fuente de la Vica llegaremos a la Cruz del Gallo (que más o menos es justo la mitad de la ruta).

Seguiremos las indicaciones hacia la Zarza para regresar de nuevo, por otro sendero entre laurisilvas, helechos y musgos tapizantes de la vieja roca volcánica que formó esta parte de la isla.

✅ Recomendaciones

  • A mitad de la ruta nos podremos comer el bocadillo y reponer fuerzas en el Mirador de Doña Pola. 🌄
  • Recuerda no dejar basura alguna en este regalo de la naturaleza. 🚯
  • Es conveniente llevar un buen calzado, que agarre bien en suelos húmedos. 🥾
  • No olvides en tu mochila un cortavientos o chubasquero (a veces la bruma es densa y llega a calarnos). 🌧️
  • Debes saber que hay zonas donde la cobertura del móvil escasea o es nula. 📵
  • Lleva agua suficiente para reponer líquido durante el sendero. 🧃
  • Consulta siempre el estado de los senderos en la Palma. Te dejamos el enlace a continuación:

De la Zarza a Don Pedro (Ruta circular)

Otro forma de practicar el sendero de la Zarza es alargarlo hasta Don Pedro. Esta ruta es un poco más larga y nos llevará unas cinco horas y media, siempre contando las paradas pertinentes para tomar fotos, comer algo a mitad de camino, descansos y demás. Se trata de un sendero circular de algo más de 12 kilómetros, en el que acumulamos de forma paulatina unos 750 metros de desnivel. Debemos estar en forma si queremos que la ruta sea cómoda pero el nivel técnico es medio – bajo.

Debemos tomar las mismas precauciones que en las anteriores pero debes saber que el hecho de bajar a Don Pedro supone luego una subida que acumula 700 metros de desnivel positivo. No se trata de una pendiente demasiado acusada y es fácilmente practicable si nos lo tomamos con calma y estamos algo en forma.

Comienza igual que la anterior ruta, pero en la Cruz del Gallo debemos seguir las indicaciones hacia Don Pedro y después hacia «Caldera del Agua – La Zarza»

Este sendero de la Zarza nos aporta algo más que los anteriores en estos cuatro kilómetros que le sumamos a la ruta. Vamos a salir del barranco a una zona más abierta, donde seguramente sí nos bronceará el sol y probablemente sintamos el viento de Garafía. Veremos unos cuantos dragos, tendremos una buena panorámica del barranco y también añadimos las tremendas vistas al mar de Garafía, además de la propia Don Pedro: un caserío donde vivirán poco más de 20 personas y que nos traslada a una de las zonas más rurales del norte de la Palma. Agricultura, ganadería, olor a leña en el invierno, olor a queso recién ahumado… Y la grandeza y fortaleza de su gente.

Ruta al Roque Niquiomo

Una de las rutas de senderismo en la Palma que no todo el mundo conoce y que, al no aparecer entre las principales, suele ser poco transitada. A pesar de ello, la ruta al Roque Niquiomo merece mucho la pena.

Nos permite conocer otra de las cumbres de la isla. Un gran pico cortado que resalta desde las Breñas y desde la Villa de Mazo, donde se ubica. Una vez coronado, a sus 1350 metros, nos ofrece unas vistas espectaculares de la vertiente este de la Palma, la crestería de la Caldera de Taburiente, la espalda del Observatorio del Roque de los Muchachos y de forma panorámica, toda la cresta de la gran dorsal que separa ambas vertientes de la Palma. La imagen perfecta para resumir, de forma visual, la conocida Ruta de los Volcanes.

Vista desde la base del Roque Niquiomo.

Un sendero sencillo hasta la base del Roque Niquiomo, que podremos alargar todo lo que queramos desde el Pueblo de Mazo o desde cualquier punto del sendero PR LP 16.1, que une el principal PR LP – 16 con la Salemera.

Tras llegar a la base del roque… ascenderemos en poco más de dos kilómetros, 800 metros de desnivel. De modo que debemos tomarlo con calma o preparar bien nuestras piernas: será una subida breve pero dura. Totalmente practicable, sencilla a nivel técnico y realizable con una mínima condición física, tomando los descansos que necesitemos. Las vistas ahí arriba… ¡merecen el esfuerzo!

¿Dónde iniciar esta ruta?

Podemos acceder desde varios lugares. Descendiendo desde el Pico Nambroque, realizando el PR LP-16 rumbo a la Salemera, o por las diversas sendas que van entre el Barranco del Romero y el Barranco de las Cuevas.

Desde TuylaPalma recomendamos ir en coche y tomar el desvío que existe al sur del Pueblo de Mazo e indica «Nambroque». Continuamos por este camino asfaltado (Camino de las Toscas) de modo que podremos hacer una parada en el mirador de las Toscas. Continuamos por dicho camino, que continúa asfaltado y comienza a ascender unos cuantos metros mientras atraviesa un precioso entorno agrícola y ganadero. Cuando el camino casi hace intersección con el Barranco del Romero, podemos aparcar el coche y continuar por la pista, que deja estar asfaltada. Pronto encontraremos las indicaciones de sendero para ascender al roque.

Duración de la excursión por el Roque Niquiomo

Debes contar con unas tres horas para completar la ruta al Roque Niquiomo. Subir nos tomará una hora y media, más o menos. Bajar, a buen ritmo, serán unos 40 minutos. Pero debes tener en cuenta que seguro deseas parar a investigar la Cueva de la Canaria y también pasarás un buen rato en el punto más alto del roque, donde las impresionantes vistas harán que no transcurra el tiempo.

Es un sendero breve, sencillo pero con una dura pendiente de ascenso. Por lo que si te lo quieres tomar con calma… cuenta con toda la mañana para ello. Comerse un bocadillo ahí arriba, observando el Teide… ¡no tiene precio!

Este sendero de ida y vuelta completa nuestra ruta de cuatro kilómetros.

Perfil de la ruta al Roque Niquiomo.
Cueva en la ruta del Roque Niquiomo.

Paisaje y naturaleza en la ruta al Roque Niquiomo

Mientras llaneamos antes de llegar a la fuerte pendiente que asciende al roque, vamos a encontrarnos con una sucesión de llanuras tapizadas de verde, fincas de pasto para el ganado y huertas de los locales. Alternamos este paisaje con las frondosas vistas que rodean la senda, donde los helechos y las margaritas de monte verde salen a nuestro paso.

Durante el ascenso, nos adentramos en un paisaje más abrupto lleno de fayas, brezos y diversas rupículas que tapizan suelos y paredes. Quizás debamos esquivar o saltar algunos troncos caídos que parecen cortar la senda, fruto de los fuertes vientos que a veces azotan la zona.

Tras poco más de un kilómetro, podremos visitar la famosa cueva que existe en la base del roque. Una formación lávica de más de veinte metros por diez de altura, que seguramente sirvió para dar sepultura a los awaras de la zona. En esta cueva se encontraron restos de cerámicas benahoaritas y también algunos restos óseos; de modo que podemos conectar nuestro caminar con 👉 el pasado aborigen de la Palma 👈

Recomendaciones:

  • Recuerda conservar los regalos que la naturaleza nos regala. Recoge todos los desperdicios si vas a comer o beber algo durante la ruta. 🚯
  • Lleva contigo un buen calzado, la pendiente es acusada y hay tramos con terreno irregular. 🥾
  • Según la época del año, equípate con un cortavientos y/o chubasquero. 🌦️
  • Recuerda protegerte de la radiación solar. 🌞
  • Lleva siempre contigo algo de agua o alguna bebida hidratante. 🧃
  • Hay cobertura móvil en esta ruta. 📱

Los Cantones de la Isla de la Palma

Por todos los escritos históricos tras la conquista del archipiélago canario y a causa de las investigaciones realizadas por arqueólogos, historiadores y científicos que apoyan las narrativas históricas de la época, sabemos que la isla de Benahoare estaba poblada por sus aborígenes awaras, awaritas o benahoaritas.

Una población que quizás habitase la isla desde el año 2000 antes de Cristo o incluso desde el siglo V a.C. Esta población primitiva tenía el territorio dividido y organizado en pequeños reinados o cantones. Familias benahoaritas ocupaban la isla de forma dispersa, trashumante y bajo los jefes o «reyes» de cada cantón (a los que llamaban Mencey).

Se sabe que en la Palma no había órganos de mando superiores, como sí los había en las islas de Tenerife o Gran Canaria. Los cantones eran independientes totalmente entre sí y de hecho respetaban sus territorios de forma mutua.

A continuación puedes observar un mapa de la isla de la Palma organizada en los 12 cantones en los que se dividía en la época prehispánica:

Reparto del territorio benahoarita

1 – Cantón de Tagalguen

También llamado Tegalgen, cuyo mencey era Bediesta. Que prácticamente se corresponde, en su totalidad, con el actual municipio de Garafía. Podemos acceder a los centros arqueológicos de la Zarza y la Zarcita, donde además de disfrutar de unos senderos de cuento de hadas podremos ver cuevas, petroglifos y nos podremos trasportar en el tiempo al pasado benahoarita de la isla.

2 – Cantón de Tagaragre

Cantón bajo la capitanía del awarita Temiaba. Actualmente se corresponde en su práctica totalidad con el municipio de Barlovento. Se sabe que fue una zona habitada y transitada por los awaras y buena muestra de ello son las pruebas arqueológicas que se han encontrado en este municipio. En el museo podemos asistir a restos óseos y utensilios como vasijas. Algunos de ellos encontrados en la Cueva de la Higuera, precisamente en este municipio de Barlovento.

3 – Cantón de Adeyahamen

Corresponde al actual municipio de San Andrés y Sauces y precisamente significa «Bajo el agua» ó «Debajo del agua». Sin lugar a dudas los primeros pobladores de Benahoare ya conocían bien los lugares de mayor abastecimiento de este preciado bien de la naturaleza. Su mencey, al igual que el de Tagalguen, se llamaba Bediesta. Si el pasado benahoarita es de tu interés, en este municipio palmero podrás visitar las Cuevas del Tendal. Un centro arqueológico y etnográfico en el que podrás presenciar in situ los lugares que habitaban los awaras. Las excavaciones continúan y siguen sorprendiendo con importantes hallazgos a arqueólogos e historiadores.

4 – Cantón de Tenagua

Su mencey en tiempos de la conquista se llamaba Atabara y prácticamente se corresponde con el municipio actual de Puntallana. Municipio que destacó tras la conquista por ser uno de los más poblados. Las condiciones climáticas y la abundancia de agua dulce proveniente de sus frondosos bosques, propiciaron un gran desarrollo de la agricultura a los colonos que comenzaban a llegar a esta zona. No te puedes perder la caminata por el Cubo de la Galga, es la mejor forma de comprender el desarrollo que tuvo esta zona de la isla tras la conquista.

5 – Cantón de Aceró

Corresponde al territorio que abarca la Caldera de Taburiente. El mayor cráter emergido de todo el mundo, una auténtica bestia de la naturaleza, totalmente fortificada por sus elevadas cumbres que la rodean a modo de un gran «Coliseo» natural. El último cantón en rendirse a la conquista hispánica bajo los mandos de su mencey, el más conocido de la isla, el indomable Tanausú.

No puedes dejar de conocer 👉 la impresionante historia de Tanausú si vienes a visitar la Palma.

6 – Cantón de Tedote

Territorio benahoarita que se corresponde en parte con los actuales municipios de Santa Cruz de la Palma y las Breñas. Su mencey, en los tiempos de la conquista, se llamaba Bentacayse. Estamos ante una de las mejores zonas para entender y trasportarnos al pasado de la conquista de Benahoare.

Fueron estas zonas cercanas a la capital, donde muchos señores, grandes comerciantes y descendientes de colonos más adinerados se instalaron. Podremos observar las casas coloniales, fincas y grandes casonas de estos señores de la post conquista. Siempre en torno al desarrollo de la capital (Santa Cruz de la Palma) y a la importancia que pronto tomó la actividad portuaria.

Representación aborigen benahoarita

7 – Cantón de Tigalate

Sus menceys eran dos en el momento de la conquista: Jariguo y Garehagua y se correspondía con el actual municipio de Mazo y parte de Fuencaliente. Además, todavía hoy podrás encontrar un barrio del municipio de Mazo que conserva el mismo nombre, el barrio de Tigalate.

Si el pasado awara es de tu interés no debes perderte la visita a las Cuevas de Belmaco. Son el primer yacimiento encontrado en las islas Canarias y como es lógico ha sido (y sigue siendo) una auténtica «Universidad» del pasado benahoarita para la Palma y para todo el conocimiento de la historia aborigen de todas las Islas Canarias.

No te pierdas 👉 la leyenda de Jacomar y Arecida, que tuvo lugar precisamente en el cantón de Tigalate.

8 – Cantón de Aherguareme

Echentire y Azuquahe eran los «reyes» aborígenes de este territorio que ocupaba el actual municipio de Fuencaliente y una pequeña parte de lo que hoy corresponde a la Villa de Mazo. El territorio más seco de la isla, como lo es actualmente pero no por ello desocupado de población awarita. Se cree que unas pocas familias aborígenes ocuparon este cantón que poco se opuso a las tropas castellanas de Alonso Fernández de Lugo en la conquista de la isla.

En la actualidad, junto al Roque Teneguía podemos observar un conjunto de hasta 83 paneles con grabados rupestres benahoaritas. Petroglifos que nos trasladan y nos ayudan a comprender el contexto primitivo de la vida de los awaras.

9 – Cantón de Tamanca

Territorio que podríamos identificar con el entorno de la montaña y barranco de Tamanca, actualmente en la zona de las Manchas, pero que realmente ocupaba buena parte del actual territorio de los Llanos de Aridane, el Paso y parte de Fuencaliente. Su mencey también era llamado Tamanca y en su honor se puso nombre a esta montaña que podremos encontrar sobre las Manchas de arriba.

En la actualidad podrás ver el nombre de Tamanca escrito en varios lugares de la isla: alguna compañía de alquiler, un gran restaurante, unas bodegas, el barranco, el volcán… sin duda alguna alguna el espíritu de Tamanca sigue con nosotros en la isla de la Palma.

10 – Cantón de Tijuya

Pequeño territorio de Benahoare que abarcaría las zonas de Puerto Naos, Todoque, la Laguna y la parte norte de las Manchas. Actualmente existe un barrio del municipio del Paso que hereda el nombre de este cantón de los awaras: el barrio de Tajuya. También existe el barrio de Jedey (que proviene de «Chedey»). Cobra especial importancia el nombre de Echedey, que era el mencey de Tijuya.

Este territorio de Benahoare estuvo poblado por fuertes awaras, guerreros y de gran valor. ¿Recuerdas el primer intento de conquista de la Palma?

La historia en 👉 la imponente Batalla de Tajuya 👈

11 – Cantón de Aridane

Territorio awara que se correspondía con lo que hoy son Los Llanos de Aridane, una pequeña parte del Paso y Tazacorte. Junto al imponente Barranco de las Angustias y con las montañas de la Caldera de Taburiente en sus límites fue uno de los primeros cantones en toparse con las tropas cristianas en la conquista.

A su mencey le llamaban Mayantigo, que en la lengua de los awaras significa «pedazo de cielo». Se rumoreaba que era un jefe con gran generosidad, buena personalidad y muy querido entre las familias benahoaritas de su territorio pero además se cree que tenía muy buena presencia. Como curiosidad, marcada por una cruenta batalla, pasaron a llamarle Aganeye (que significa brazo cortado).

Hoy en día, en pleno centro de los Llanos de Aridane encontrarás el Museo Benahoarita. Todo un templo de historia que nos hace descubrir el mundo de los awaritas en su amada tierra de Benahoare.

¿Quieres saber cómo perdió el brazo Mayantigo?

12 – Cantón de Hiscaguán

Nos encontramos ante el reino más poderoso de la isla de Benahoare. Abarcaba los actuales municipios de Tijarafe y Puntagorda y su mencey respondía al nombre de Atogmatoma. ¿Recuerdas a Tanausú, verdad? Cuentan que Atogmatoma era su tío.

La verdad es que los benahoaritas no destacaban por cruentos enfrentamientos entre cantones, envidias o disputas entre ellos; a excepción del robo de ganado entre familias de diferentes territorios. Pero también constan, según algunos historiadores, algunas batallas con ímpetu de conquista y sometimiento.

El cantón de Hiscaguán era el más poderoso. Y como ya sabemos, el reino de Aceró, bajo la comandancia de Tanausú, fue el último en caer ante la conquista de Castilla. Se cree que la envidia y el ánimo por ocupar el territorio de la Caldera de Taburiente (cantón de Aceró) corría por las venas de Atogmatoma. Yendo este con sus huestes a través de lo que hoy conocemos como la Cumbrecita, a invadir el territorio de Tanausú. Se libró una intensa batalla entre los awaras más poderosos de Benahoare con claro saldo negativo para Atogmatoma, que se vió obligado a abandonar y marchar hacia sus dominios.

La Conquista de la Palma

Para ubicar en el tiempo a la conquista de la isla de la Palma debemos trasladarnos al siglo XV; concretamente nos trasladamos al año 1492. Pero para ello debemos entender el contexto de la conquista del archipiélago canario. ¡Vamos a ello!

La primera isla visitada, conquistada y cristianizada fue Rubicón (la isla de Lanzarote) en el año 1402, seguida de Fuerteventura y la isla del Hierro. Tienen protagonismo los nombres de Juan de Bethencourt y Guillén de la Salle, caballeros del Reino de Francia que desearon conquistar y cristianizar este «nuevo mundo». También las tropas y caballeros portugueses, que surcaban las aguas de las costas africanas no dejaron de mostrar intereses en estas conquistas.

Llegada de los barcos en conquista de la Palma.

Finalmente, mediante el tratado de Alcazobas, estos territorios pasaron a formar parte de la Corona de Castilla. Señalar que no tuvieron demasiada oposición por parte de la población aborigen de las islas pero los problemas internos y las discusiones entre los conquistadores alargaron la conquista de esta parte del archipiélago hasta 1405.

Fue en torno a 1418 cuando la importancia de Jean de Bethencourt comenzó a disminuir y todo se comenzó a poner en manos de Castilla. Mediante tratados, acuerdos y permutas (algo muy típico en aquella época) los territorios del archipiélago canario pasaron a formar parte de señoríos castellanos. En este mismo momento histórico se incorporó la isla de la Gomera, que no fue conquistada militarmente sino mediante acuerdos y tratados de paz con los propios aborígenes de la isla.

La importancia de Jean de Bethencourt y de Guillén de la Salle se traslada ahora a otros nombres que, sin duda alguna, aguardan mucha importancia en esta parte de la historia de las islas Canarias: Hernán de Peraza (el viejo) y Guillén de Peraza (el joven).

Primer intento de conquista de la isla de la Palma

En la conquista de la Palma cobra especial importancia la figura de Guillén de Peraza, ya que durante los intentos de conquista de las islas de Tenerife y Gran Canaria sucede el primer acercamiento y desembarco de las tropas castellanas en la isla de la Palma. Fue en el año 1447.

Fue la primera muestra de fuerza, valor y coraje que caracterizan la historia aborigen de la Palma. Esta llegada de tropas a la Palma (Benahoare, en aquel tiempo) no tuvo un saldo positivo para las tropas castellanas de Peraza, que menospreciaron la fuerza y organización de los awaras y de hecho el propio Guillén de Peraza no pudo volver a su embarcación, quedando muerto en la batalla de Tihuya (Tajuya).

La fortaleza de los benahoaritas, las dificultades del abrupto terreno de la Palma y el exceso de confianza de estas primeras tropas retrasaron la conquista de la Palma hasta, nada más y nada menos, 1492. Siendo antes conquistada la isla de Gran Canaria, donde comienza a cobrar gran importancia otro hombre, al que debemos conocer: Alonso Fernández de Lugo, el adelantado.

Entre 1447 y 1492 hubo un periodo de sucesivos «acechos» bimbaches en alianza con las tropas castellanas, ya señores de los territorios del archipiélago conquistado, en los que se producían robos de ganado, captura de esclavos y claros «tanteos» de conquista. No obstante, jamás se desembarcó en Benahoare de forma firme y con claro ímpetu de conquista. La fortaleza de los awaras como el gran conocido Tanausú y la muerte del propio Guillén de Peraza debieron ser motivos suficientes para que la Palma fuese la penúltima isla ocupada militarmente.

Segundo intento y conquista definitiva

Como ya hemos mencionado, Alonso Fernández de Lugo cobró una gran importancia en la conquista de Gran Canaria y por este motivo también se ganó la confianza de los Reyes Católicos para obtener los derechos de conquista de los territorios por conquistar.

Grabado del desembarco de la conquista de la Palma

Por ello, el 29 de septiembre de 1492 desembarcaron en Tazacorte un buen número de tropas castellanas con la intención de conquistar definitivamente la isla de la Palma. Se sabe que vinieron seis embarcaciones con 900 hombres. En estas conquistas del archipiélago no solo desembarcaban las tropas castellanas sino que eran acompañados también por aborígenes de otros lugares, ya convertidos al cristianismo.

Los Reyes Católicos no deseaban una conquista basada en la guerra, el genocidio y la absoluta desaparición aborigen de estos «nuevos» territorios. La estrategia se basaba en desembarcar, conocer, negociar y pactar con la población aborigen de la isla. Tal es el caso que los castellanos respetaban la organización territorial en cantones y también los derechos de los «jefes» o menceys de cada cantón benahoarita.

Por parte de los awaras o benahoaritas la situación fue similar en la mayoría de territorios. En la mayoría de cantones no hubo oposición alguna y la población aborigen fue «absorbida» poco a poco, cristianizada y bautizada como ya había ocurrido cuarenta años antes en la isla del Hierro. Se firmaban tratos de paz y se realizaban negociaciones con la población aborigen en la mayoría de los territorios, pero destacan algunos episodios de contiendas y batallas que dan muestra de la fortaleza y el valor de algunos líderes benahoaritas que no quisieron rendirse a la conquista. Si te interesa puedes verlo en:

Tienes que conocer 👉 la historia de Tanausú

Y si te está interesando cómo era la vida en Benahoare, la historia de los awaras y el pasado de la isla de la Palma antes de ser cristianizada, seguro que te encanta saber sobre 👉 La increíble leyenda de Jacomar

Otro de los aspectos más reseñables en la población aborigen de la isla de la Palma y que aparece mencionado en todas las lecturas históricas de la isla es el marcado carácter de la mujer awarita. Se narra en la totalidad de los escritos que las mujeres awaras tenían un papel tan importante como los hombres tanto en los trabajos de la vida cotidiana como en las contiendas y la defensa de sus poblados.

Mujeres fuertes, entrenadas a nivel físico por las condiciones naturales del territorio palmero y el carácter trashumante de la población aborigen, que no dudaban en participar con sus armas primitivas en la defensa de los suyos. Buena muestra de ello encontramos en los siguientes episodios a los que debes echar un vistazo:

👉 La fortaleza y espíritu defensor de Guayafanta

👉 La historia de Jacomar y su amada

Y sea como fuere, el hecho es que desde el año 1492 la isla de Benahoare fue cristianizada y colonizada por las tropas castellanas, dependiendo directamente del Reino de Castilla y sus territorios comenzaron a dividirse y repartirse entre los señores que comenzaron a habitar en la isla. Lo que da paso a otra parte de la historia en la isla que comenzará a llamarse San Miguel de la Palma.


¿Recuerdas que de desembarcaron en Tazacorte el día 29 de septiembre, verdad? Coincide con el día de San Miguel. De ahí el nombre de San Miguel de la Palma.

Y como curiosidad, quizás te interese saber que se propone en la actualidad retomar dicho nombre; causa de la confusión que crea en el exterior el nombre de la Palma con «las Palmas» «Palma» «Mallorca» o «la Palma, población de Cartagena».


Dejamos atrás el nombre de Benahoare. Desde este momento la isla de la Palma se verá inmersa en años de cristianización, mestizaje y repoblaciones peninsulares de andaluces, portugueses, catalanes, aragoneses y mallorquines en su gran mayoría; pero también de otras zonas de Europa como flamencos, italianos y comerciantes ingleses.

Tras la conquista de la isla se llevó a cabo la cristianización de los benahoaritas y en a penas un siglo las isla ya contaba con numerosas iglesias, grandes caseríos, sus primeras poblaciones y la isla pasó a albergar a más de 6.000 personas.

La cristianización también supuso un mayor desarrollo económico y social para la isla. Tal fue así que a mediados del siglo XVI el puerto de Santa Cruz de la Palma pasó a ser el tercero más importante del mundo, tras el de Sevilla y el de Amberes. Pero esto ya son aspectos de San Miguel de la Palma. Lo que nos lleva a otro momento de la historia de la Palma.