Ruta de la Zarza

Bienvenid@ a la ruta por el sendero más famoso de la Zarza. Estamos ante uno de los secretos de la isla de la Palma, ya que no es una de las rutas más conocidas en la isla pero merece realmente la pena. ¿Recuerdas los bosques de la película de Parque Jurásico? prepárate para adentrarnos en un lugar realmente mágico, donde sólo se respira paz, los aromas primarios de la Tierra y el sonido de la naturaleza más pura de la isla. ¡Vamos a verlo!

Inicio de la ruta de la Zarza en la Palma.

Senderismo en el entorno del Parque Cultural de la Zarza y la Zarcita

El Parque Cultural por excelencia en Garafía. Se trata de un centro arqueológico donde podrás descubrir la cultura aborigen de Benahoare y donde visitarás y conocerás todo lo referente a los petroglifos o grabados rupestres que elaboraban los benahoaritas del norte de la isla.

Estamos ante uno de los lugares de mayor importancia en todo el archipiélago canario en cuanto a la cultura aborigen y paneles rupestres se refiere.

¿Dónde debo dirigirme?

Debemos poner rumbo al pequeño continente de Garafía, municipio norteño de la isla de la Palma. Entre las pequeñas poblaciones de la Mata y Llano Negro, por la carretera general LP-1, llegaremos al Parque Cultural de la Zarza y la Zarcita.

Podrás aparcar el coche sin problema y también es un lugar que suelen frecuentar los taxistas de la zona.

El Barranco de la Magdalena:

Nos topamos aquí con diversas veredas y caminos que conforman buena parte del senderismo cinco estrellas de la Palma. Te explicaremos diversas formas de conocer las rutas de la Zarza: una zona espectacular donde la laurisilva, las sombras, la bruma y el canto de las aves son los actores principales en este Parque Jurásico y donde el agua es la clara protagonista.

El descenso al cauce del barranco de la Magdalena nos lleva por frondosos bosques de laurisilva, fayal – brezal, helechos y plantas rupícolas que tapizan suelos y paredes de la antiquísima roca volcánica primigenia que formó la isla. Nos encontraremos con fuentes naturales de agua clara, grabados rupestres que manan historia y cuevas que fueron lugar de reuniones de culto en el pasado de los awaras.

Sendero en la ruta de la Zarza

Ruta de la Zarza para todos los públicos

Descenso del barranco de la Magdalena hasta la Catedral (ida y vuelta)

Una opción breve y sencilla si nos queremos quedar con la esencia de la zona, en un recorrido de unos tres kilómetros (de ida y vuelta). Podemos realizar un paseo por la senda que parte junto al Centro Cultural y la Parada de taxi. Observaremos las piedras basálticas tapizadas de musgo y nos adentramos ya en un bosque cerrado desde su inicio, tras cruzar un pequeño pasadizo, donde ya comenzamos a sentir el silencio, roto únicamente por el sonido de las gotas de agua.

Esta opción nos llevará una hora u hora y media. El camino comienza a estrecharse y se convierte en un sendero húmedo y oscuro, donde poco filtra la luz solar, debido a la frondosidad de este bosque.

Comienza el descenso al cauce del barranco y caminaremos siempre junto a la enorme pared que emergió del mar en la formación de la isla de la Palma. Roca basáltica, suelo siempre húmedo, helechos y plantas tapizantes acompañan siempre el continuo goteo de las aguas del norte de la isla. En los pasos más estrechos y curvados tenemos siempre una protección de estacas de madera y palos cruzados; además en las zonas de mayor pendiente existen escalones realizados con troncos de madera.

Terminamos el descenso y nos podemos quedar con las mejores sensaciones de la Zarza. Habremos llegado a la Catedral, curioso nombre que sólo entenderemos si bajamos hasta abajo y nos colocamos en el centro, observando hacia arriba: estamos ante una auténtica catedral de la naturaleza. Una pared vertical, tapizada de plantas y por donde siempre discurren las gotas de agua. Veremos una cueva de mayor tamaño en la parte inferior y en los alrededores varias oquedades más pequeñas. El silencio, la paz, el sonido del agua y del canto de las pequeñas aves que transitan este espacio son dignas de película.

Tras disfrutar de este lugar mágico podemos poner rumbo al inicio de la ruta, volviendo por el mismo sitio.

La ruta de la Zarza. Senderos circulares.

De la Zarza a la Cruz del Gallo (ruta circular)

Si deseamos conocer más la zona y caminar, con calma, durante cuatro horas podemos realizar esta ruta circular de unos 8 kilómetros. Se trata de una ruta de nivel medio, escasa dificultad técnica y para las personas acostumbradas al senderismo y a caminar por senderos de montaña es muy sencilla y realmente preciosa. Acumula poco más de 300 metros de desnivel (positivo y negativo).

Partimos de la misma forma que en la ruta anterior. Junto al aparcamiento, caminaremos un poco, cruzaremos el túnel y seguiremos hasta descender a la Catedral; pero en esta ocasión no nos daremos la vuelta. Vamos a seguir las indicaciones de los carteles que indican Don Pedro. Vamos a ir barranco a través por un enorme bosque, tan frondoso que apenas nos tocarán los rayos del sol.

¿Preparados para disfrutar de un auténtico paisaje jurásico? Lo descubriremos tras varias subidas y bajadas, cruces por el barranco y a la vista de pequeñas cascadas, fuentes y pequeñas cuevas. El sendero está perfectamente indicado y cada cierto tiempo encontraremos los carteles con la señalización de los puntos de interés y los kilómetros que nos separan del lugar en el que estamos. Tras pasar por la Fuente de la Vica llegaremos a la Cruz del Gallo (que más o menos es justo la mitad de la ruta).

Seguiremos las indicaciones hacia la Zarza para regresar de nuevo, por otro sendero entre laurisilvas, helechos y musgos tapizantes de la vieja roca volcánica que formó esta parte de la isla.

✅ Recomendaciones

  • A mitad de la ruta nos podremos comer el bocadillo y reponer fuerzas en el Mirador de Doña Pola. 🌄
  • Recuerda no dejar basura alguna en este regalo de la naturaleza. 🚯
  • Es conveniente llevar un buen calzado, que agarre bien en suelos húmedos. 🥾
  • No olvides en tu mochila un cortavientos o chubasquero (a veces la bruma es densa y llega a calarnos). 🌧️
  • Debes saber que hay zonas donde la cobertura del móvil escasea o es nula. 📵
  • Lleva agua suficiente para reponer líquido durante el sendero. 🧃
  • Consulta siempre el estado de los senderos en la Palma. Te dejamos el enlace a continuación:

De la Zarza a Don Pedro (Ruta circular)

Otro forma de practicar el sendero de la Zarza es alargarlo hasta Don Pedro. Esta ruta es un poco más larga y nos llevará unas cinco horas y media, siempre contando las paradas pertinentes para tomar fotos, comer algo a mitad de camino, descansos y demás. Se trata de un sendero circular de algo más de 12 kilómetros, en el que acumulamos de forma paulatina unos 750 metros de desnivel. Debemos estar en forma si queremos que la ruta sea cómoda pero el nivel técnico es medio – bajo.

Debemos tomar las mismas precauciones que en las anteriores pero debes saber que el hecho de bajar a Don Pedro supone luego una subida que acumula 700 metros de desnivel positivo. No se trata de una pendiente demasiado acusada y es fácilmente practicable si nos lo tomamos con calma y estamos algo en forma.

Comienza igual que la anterior ruta, pero en la Cruz del Gallo debemos seguir las indicaciones hacia Don Pedro y después hacia «Caldera del Agua – La Zarza»

Este sendero de la Zarza nos aporta algo más que los anteriores en estos cuatro kilómetros que le sumamos a la ruta. Vamos a salir del barranco a una zona más abierta, donde seguramente sí nos bronceará el sol y probablemente sintamos el viento de Garafía. Veremos unos cuantos dragos, tendremos una buena panorámica del barranco y también añadimos las tremendas vistas al mar de Garafía, además de la propia Don Pedro: un caserío donde vivirán poco más de 20 personas y que nos traslada a una de las zonas más rurales del norte de la Palma. Agricultura, ganadería, olor a leña en el invierno, olor a queso recién ahumado… Y la grandeza y fortaleza de su gente.

1 comentario en «Ruta de la Zarza»

  1. Es una zona que aunque el acceso por carretera cueste un rato, merece totalmente la pena, quedamos encantados con la naturaleza, era como sumergirse en la prehistoria.

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